cartas

Voto anulado a la familia

La gran familia que constituye nuestra tributada clase política nos viene diciendo a los ciudadanos de este derruido país que si no votamos algunas de las repetidas opciones que nos presentan para el próximo 14 de octubre, habremos dado la espalda al futuro. ¿Qué futuro? ¿No se habrán equivocado de tiempo verbal? Porque todos aquellos que hemos vivido los últimos dieciocho años sabemos de la triste historia que nos ha dejado la "demos gracias", (pollos en mal estado, leche contaminada, guardapolvos, juguetes, primos, novios y amantes en funciones públicas, impuestazo, más impuestazo, deuda impositiva de empresa automotriz condonada, canon de uso de espacio público a telefónicas vetado). ¿No es hora de proponer una bisagra en la historia política argentina? Me parece que sí, dado que aquellos que ganen sabrán que a un alto porcentaje del pueblo no le importa lo que hagan, ya que ellos por años tampoco se han interesado por lo que le pasa al pueblo; sería como devolverle a la "familia" lo que ellos se merecen, que es el desaliento y el hastío de tener que seguir soportándolos. Si uno anula su voto los partidos políticos no cobran ningún dinero por cada voto anulado. Está ejerciendo el más democrático de los poderes. Por último para aclarar el concepto de "familia" de nuestros pintorescos políticos, ésta es como el color blanco, quen es el que reúne todos los colores, porque coincidirán conmigo: todos "negocian" con todos, pero nadie quiere salir del juego. Cuando la ignominia, la falacia y la hipocresía de la dirigencia política de mi país sean cosa del pasado, tal vez regrese a mi categoría de ciudadano, por ahora me queda ser un inmigrante dentro del mismo.
DNI 8.375.813