Año CXXXIV
 Nº 49.261
Rosario,
sábado  06 de
octubre de 2001
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El invitado: El cuento de la ineficacia

Horacio Ciancio (*)

Nos hicieron el "cuento" de que éramos ineficientes y desordenados chacareros. Nos organizamos, nos manejamos como una empresa, y tuvimos mayor productividad pero, tal como refleja un trabajo de Fiel para Aacrea: "A mayor producción se genera una regresión en el precio". Hace mucho tiempo que tengo la sensación de que los problemas de rentabilidad del sector agropecuario no pueden ser explicados a través de la ineficiencia. Desde antes del "generoso" aporte de Monsanto con las sojas RR, se obtenían rindes promedios superiores a los 30 qq/ha, existían productores que lograban 100 qq.de Maíz, muchos superaban los 30 qq de trigo sin fertilizantes, y varios invernadores conseguían más de 500 kg de carne por ha y por año. Significa que ya había productividad, que el chacarero argentino sabía producir.
Esto quiere decir que antes de los "grandes" beneficios del apostolado de los proveedores de insumos y paquetes tecnológicos ya se producía eficientemente. En soja, por ejemplo, las mayores limitaciones estaban en las enfermedades, de algunas de ellas zafamos con manejo, cambiando fechas de siembras, disminuyendo densidades, eligiendo variedades, rotando con gramíneas, etc. En este sentido, encuentro muchas coincidencias con el señor Eduardo Buzzi (presidente de FAA) cuando en la nota de La Capital del sábado pasado, dice:
* "La suerte de los productores pequeños no está atada a producir más commodities, sino a que el mercado interno tenga mayor capacidad de consumo".
* "Cosecha récord, pero cómo y quiénes se apropian de ella".
* "Hay que ser eficientes, hay que usar las tecnologías más desarrolladas. Pero sucede que en el país hace rato que el problema de la sustentabilidad del productor dejó de ser un problema técnico".
Hacía tiempo que estaba buscando palabras para expresar opiniones parecidas, y en ese reportaje encontré algunas frases que me conmovieron y me obligaron a desgranar algunas mías. Desde ya felicito al "amigo" Buzzi, pero a la vez recuerdo una frase que dice: "La palabra que no se convierte en acción, es una mala palabra".
Uniendo esta frase con la realidad del sector y del país, está llegando la hora de que nos dediquemos a hacer, ya que nuestros representantes no lo hacen por nosotros, es entonces que los productores debemos ejercer una acción que presione a los políticos a hacer que: eliminen los subsidios de las empresas de servicios públicos y recientes privatizaciones, eliminen exenciones impositivas y tratos diferenciales de los grupos económicos, negocien con sus amigos banqueros tasas de interés parecidas a las internacionales,
Los "señores políticos y empresarios de otros sectores", creen que el "campo" es un campeonato de rindes. El campo es un negocio que, para un país "exportador de alimentos", debería ser tan importante como el negocio de las industrias. El desafío sigue siendo organizarse. Sueño con una organización de sembradíos que pueda determinar qué producir en cada región, para que todas las regiones tengan producciones principales y otras alternativas, y para producir la cantidad de granos y carnes suficientes para no deprimir los precios, decidiendo qué producir en cada zona según su mejor aptitud. Para empezar a salir de este atolladero, el momento impone el accionar en pro de una ley nacional agropecuaria.
(*) Productor agropecuario


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