La imagen pública de De la Rúa sigue cayendo en picada

El gobierno de Fernando de la Rúa enfrentará las próximas elecciones con una pésima performance en un distrito que siempre lo respaldó: Capital Federal, donde su imagen negativa es del 79%. Un poco mejor, la administración porteña de Aníbal Ibarra, alcanzó un preocupante 41% en el mismo rubro, según una encuesta realizada recientemente en la ciudad de Buenos Aires por la consultora Equis.
Según el trabajo (confeccionado en base a 400 entrevistas), el candidato porteño a senador de la Alianza Rodolfo Terragno disputa codo a codo el primer puesto en intención de votos para el 14 de octubre con... ¡los sufragios en blanco, anulados, impugnados y el ausentismo!
La encuesta -realizada entre el 16 y el 20 de septiembre- determinó, además, que el 53,5% cree que la desocupación es el principal problema del país, seguido por la recesión (30,9%) y la inseguridad (22,2%).
En cuanto a imagen negativa, el ex presidente Carlos Menem encabeza la lista con el 82,3%; lo sigue el ministro de Economía Domingo Cavallo, con el 73,4%, y el ex vicepresidente Carlos Alvarez, con el 66,3%.
En cuanto a intención de voto, Terragno obtuvo el 18,1%; Alfredo Bravo (ARI), el 14,8%; Gustavo Beliz (Frente Nuevo País), el 12,9%, y Horacio Liendo (Unión por Buenos Aires), el 7%.
Los sufragios en blanco superan a Liendo, ya que llegan al 8 por ciento, pero sumados los nulos e impugnados (5,5%) y el ausentismo (4,3 %), alcanzan el 17,8%, muy cerca de Terragno. Sin embargo son los indecisos quienes encabezan la encuesta: el 19,8% dijo que no sabe a quien votar.

Ola de denuncias
En la recta final para captar votos, Beliz (candidato a senador porteño) dijo que De la Rúa y Terragno acordaron reemplazar después de las elecciones a Cavallo por un radical para devaluar el peso. Desde la provincia de Buenos Aires, el postulante a diputado aliancista Leopoldo Moreau denunció que Cavallo le asegura a los mandatarios provinciales del PJ la estabilidad financiera de sus distritos a cambio de que éstos tengan "una actitud pasiva" frente a un nuevo ajuste.