La defensa del ex subcomisario Raúl Ibarra, detenido como presunto cómplice de la voladura de la Amia, pidió ayer que se declare nulo el juicio por el atentado, en tanto, dos amigos del reducidor de autos robados Carlos Telleldín ofrecieron en vano realizar tareas comunitarias a cambio de la suspensión del proceso que afrontan por presunto encubrimiento. En la quinta jornada de juicio y la inauguración del debate, que quedó abierto en la noche del lunes, los defensores oficiales formularon una serie de planteos que, en realidad, tienen escasas chances de prosperar. El procesó pasó ayer a cuarto intermedio y se reanudará el jueves, a las 14.30. Curiosamente, los representantes legales de la agrupación Memoria Activa -querellante en el caso- coincidieron con la defensa del detenido ex comisario Juan José Ribelli -procesado como supuesto partícipe necesario del ataque- al pedir al tribunal oral que devele la filiación de los testigos que declararon durante la etapa instructoria bajo reserva de identidad. En realidad, se espera que los testigos den a conocer su filiación al presentarse a declarar ante el estrado, luego de lo cual quedarán incorporados a un programa de protección del Ministerio de Justicia. El defensor oficial José Eduardo García, quien patrocina a Ibarra y a los ex policías Daniel Quinteros y Diego Barreda, pidió la nulidad del proceso oral que se inició el 24 de septiembre y la suspensión de las audiencias hasta que se produzcan todas las medidas de prueba que se realizan en forma complementaria, entre las que figuran una reconstrucción del ataque y pericias químicas, por ejemplo. Por su parte, el defensor oficial Eduardo Dromi solicitó al tribunal que deje sin efecto el juicio a sus pupilos Miguel Jaimes y Hugo Pérez y les otorgue la posibilidad de cumplir una probation o pena alternativa. Pérez es un amigo de Telleldín que fue detenido por supuesta orden de Ribelli a los fines de extorsionar al reducidor de autos, que el 10 de julio de 1994 entregó a los entonces policías una camioneta Renault Trafic que ocho días después estalló frente a la Amia, cargada con 300 kilogramos de amonal. Pero Pérez fue procesado por encubrimiento y ahora ofreció prestar servicios en un comedor infantil a cambio de no ser enjuiciado. El tribunal, empero, rechazó la propuesta, e idéntica suerte corrió Jaimes, quien habría aportado la carrocería para el armado de una camioneta y tampoco consiguió su probation.
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