El eucalipto o eucaliptus u ocalipto, entre otros nombres populares, es un árbol muy utilizado en la medicina aborigen como potente antiséptico. Se usa en todo el mundo para aliviar la tos y los resfríos, el dolor de garganta y otras infecciones. Es calorífico (da calor) y estimulante. Su aroma nos recuerda los días de la infancia en cama donde se nos frotaba el pecho con aceite de eucalipto y otros bálsamos.
Su nombre científico es Eucaliptus globulus Labill, de la familia de las Mirtáceas.
El Eucalipto globulus fue descubierto por Labillardiére en Tasmania en 1779. El término globulus se debe a la semejanza que tiene sus frutos con unos botones de moda en esa época. Es un árbol perennifolio (no se le caen las hojas en invierno) que puede medir más de 100 m de altura en su hábitat natural y con tronco de 1,5 m de diámetro, de corteza gris blancuzca y de copa piramidal y poco frondosa.
Se mantiene verde todo el año y despide un aroma agradable debido a las glándulas oleíferas presentes en todos sus órganos. Se reconoce fácilmente por su corteza, que se desprende en tiras tras permanecer colgando del árbol durante un cierto tiempo.
Otro rasgo llamativo es su heterofilia: las hojas jóvenes son opuestas, acorazonadas (en forma de corazón), tiernas y afieltradas, mientras que las hojas adultas son alternas, largas, estrechas, ligeramente curvas, puntiagudas y sin pelos. Las flores nacen en el encuentro de las hojas con la rama: primero son como una urna con tapa y luego cae la tapa y se abre la flor color crema, blancuzca o roja. Los frutos son en cápsula. Es un árbol originario de Australia, Tasmania y Nueva Guinea. Fue traído a América porque absorbe grandes cantidades de agua y se los plantó en zonas anegadizas.
Se cultiva en plantaciones en regiones tropicales, subtropicales y templadas de todo el mundo. La plantación puede causar problemas ecológicos porque seca los suelos e impide el crecimiento de plantas autóctonas afectando la biodiversidad del lugar.
Este árbol se convierte en beneficioso cuando se cultiva en zonas pantanosas, donde el secado del suelo reduce el riesgo de malaria. A lo largo del siglo XX las plantaciones de eucalipto se han sucedido unas tras otras por la producción de madera de sierra, celulosa, leñas, postes y aceites esenciales que se explotan en la industria química y farmacéutica. También por sus cualidades protectoras, como la de fijación de dunas, pantalla contra los vientos, la desecación de terrenos pantanosos, o por sus valores estéticos (parques, lindes de caminos). Sus flores son frecuentadas por las abejas que producen con ellas una miel de excelentes cualidades.
Se puede multiplicar por semilla o por estacas y el crecimiento es rápido. Prefiere los climas húmedos y sin heladas. Las lluvias deben ser de 500 a 1520 mm anuales, repartidos con regularidad. Es poco exigente con el suelo, pero no le gusta los suelos salinos o hidromorfos. Su distribución geográfica es potencialmente litoraleña hasta 500 a 1000 m sobre el nivel del mar (dependiendo de la temperatura ambiente).
Fines medicinales
La parte usada con fines medicinales son las hojas de ramas maduras secadas a la sombra y en lugar seco y ventilado. Se pueden guardar en bolsas de papel o tela y recoger durante todo el año. Las hojas frescas y los frutos se utilizan para extraer el aceite esencial de eucalipto.
Químicamente se compone de aceites esenciales (3%), el más importante es el cineol (hasta en un 80%), alfa-pineno, eudesmol, eucaliptol, entre otros. Posee flavonoides, taninos , ácidos grasos, aldehídos, alcoholes y resinas.
El aceite esencial tiene una marcada acción antiséptica. Reduce la fiebre. Dilata los bronquios permitiendo mejorar el pasaje del aire hacia los pulmones, es bálsamo y expectorante. Es muy utilizado en aromaterapia por ser un potente refrescante, estimulante y revitalizante.
Su aroma fresco está indicado para el agotamiento nervioso y la pereza general. Incrementa la concentración, los procesos de pensamientos lógicos y la capacidad intelectual. Tiene efecto refrescante sobre las emociones. Es bueno como desodorante potente y repelente de insectos. En fricciones se usa para el reuma y gota.
Inhalaciones: en bahos con aceite esencial o cocimiento de las hojas se debe cubrir la cabeza con una toalla y respirar el vapor teniendo cuidado de no quemarse. Es bueno para la inflamación de las vías respiratorias, bronquitis, resfríos y catarros. También es conveniente colocar en el ambiente un hornito con aceite esencial o quemar hojas en una plancha para desinfectar y ayudar al efecto. En jarabe se usa para la tos; pastillas para el dolor de garganta; tintura para al reumatismo en fricciones, y se toma para las digestiones lentas y difíciles.
En infusión se toma para bronquitis y para la diabetes porque es hipoglucemiante. También se utiliza como pomada para el reuma y la gota.
En exceso su ingestión puede causar gastroenteritis, dificultades respiratorias, convulsiones e intoxicaciones. Debe usarse con cuidado y hacer tés livianos. No colocar en la cara de lactantes y niños pequeños.
Griselda T. Franchini
Farmacéutica