Año CXXXIV
 Nº 49.257
Rosario,
martes  02 de
octubre de 2001
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El local no tendría salida de emergencia
Denuncian que un salón de fiestas trabaja en La Fluvial sin habilitación municipal
El concejal Bermúdez aseguró que el lugar no posee final de obra y estuvo largo tiempo sin pagar una tasa

"El salón de fiestas ubicado en el segundo piso de La Fluvial está funcionando sin habilitación", denunció ayer el concejal justicialista Rubén Bermúdez, quien subrayó que a pesar de que el local "carece de salida de emergencia, no tiene final de obra y sus escaleras no respetan el ancho exigido por las reglamentaciones vigentes, sigue trabajando sin problemas".
El concejal aseguró que el sitio "funcionó durante más de un año sin pagar el derecho de registro e inspección". No obstante, los inspectores municipales parecen no haberse percatado de estas irregularidades.
Las denuncias recaen sobre el salón de fiestas Amarras, ubicado en el segundo piso de La Fluvial y propiedad de Marta Cura. "Es un local que se alquila para eventos, agasajos, almuerzos y cenas", explicó Bermúdez.
Según el edil, todas estas actividades se realizan de manera "ilegal e irregular" y los inspectores no las detectan porque directamente "se hacen los tontos". A su entender, "el único responsable de estos hechos es el secretario de Gobierno, Antonio Bonfatti, ya que de él depende de manera directa la oficina de Registración e Inspección".
Las sospechas de Bermúdez en torno al presunto funcionamiento irregular de este local comenzaron hace unos meses. El 9 de agosto presentó un pedido de informes en el Concejo Municipal solicitando al Ejecutivo que le respondiera en qué condiciones estaba funcionando ese salón de fiestas.
A partir de allí, comenzó a detectar un rápido movimiento de expedientes. Fue así que descubrió que la titular de Amarras había solicitado el permiso para habilitar el local el 10 de enero de 2000, pero el expediente llegó al despacho de la titular de Registración e Inspección, Analía Antik, más de un año y medio después.

Inusitada velocidad administrativa
"Es increíble, después de dormir meses en el despacho de Antik, el expediente súbitamente se despertó un día después de que presenté un pedido de informes", recordó ayer el concejal.
Lo cierto es que el 17 de agosto la Municipalidad le otorgó a Cura la viabilidad para localizar un salón de fiestas en La Fluvial pero, según Bermúdez, ese trámite "carece de validez legal alguna como permiso de habilitación". Es decir, "el local no fue autorizado para funcionar y, sin embargo, lo viene haciendo sin inconvenientes".
Para el concejal, el inusitado y veloz movimiento de expedientes a fin de lograr la habilitación del local significó "un verdadero esfuerzo para blanquear una situación irregular". No obstante, aseguró que esa meta no se cumplió. "El salón de fiestas ubicado en el segundo piso carece de habilitación, no pagó nunca el derecho de registro e inspección y continúa funcionando irregularmente", remarcó.
A raíz de esto, se preguntó: "¿Qué le hace una mancha más al tigre?", en un intento por graficar lo que a su entender es otra irregularidad que se detecta en la repartición conducida por Analía Antik, que a raíz de las denuncias que fue acumulando en su contra durante los últimos días habría desaparecido de escena. "La mandaron de vacaciones forzadas una semana a Mendoza", aseguró ayer Bermúdez.
Lo cierto es que la denuncia del concejal se suma a la que presentó hace una semana, cuando aseguró que el Centro Castilla "es un festival sin control", debido a que allí también se realizan bailes "sin habilitación".


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