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Voto en blanco

Tal vez la razón no permita justificar a los entristecidos compatriotas que penosamente han optado por no entregar su voto en las próximas elecciones. Pero quien sufra en el propio corazón, lo que hoy día pueden sentir estos ciudadanos, tal vez se atreva, al menos, a comprenderlos. No es mi intención hacer la apología de esta drástica actitud, pero sí es lícito desear que los supuestos dirigentes que hoy los critican traten de ser algo piadosos en su juicio con esta legión de derrotados ciudadanos. Creo sinceramente que no son fascistas, estúpidos o indiferentes, como algún esclarecido califica, sino que tal vez sea exactamente al revés: quizás algunos dirigentes que desde los medios masivos hoy los condenan, en vez de rescatarlos con hechos, sean la causa de lo que hoy denostan. Porque es probable tal vez que estos ciudadanos, en su dolor, se sientan despojos que los mismos dirigentes crearon. Su única culpa sería, en todo caso, haber permitido que les quiebren el espíritu.
Néstor Chiummiento