Nueva crisis del transporte urbano en Santa Fe

Un conflicto en dos líneas afectó al servicio en la capital provincial y amenazó con un estallido de violencia

Atilio Pravisani

Santa Fe. - La crisis en las líneas 10 y 10 bis del transporte urbano en esta capital derivó ayer en una paralización del servicio del resto de las empresas santafesinas, cuando choferes en conflicto se atrincheraron en los talleres ante una orden judicial para secuestrar los coches, al tiempo que conductores de otras líneas se sumaron espontáneamente a esos trabajadores.
En un primer momento, la situación amenazó con derivar en un estallido de violencia ante la presencia de un oficial de justicia con orden del juez en lo civil y comercial Daniel Cela de incautar las unidades, por una presentación de un empresario de la firma concesionaria. El funcionario halló resistencia de los choferes, que impidieron el retiro de los coches.
La situación se desencadenó a partir del mediodía de ayer y tuvo su momento de máxima tensión cuando además de los choferes atrincherados en los talleres fueron llegando al lugar conductores de las otras líneas de transporte urbano, acción que paulatinamente fue resintiendo el servicio en los distintos sectores de la ciudad.
Fuentes sindicales indicaron que la concentración de trabajadores con sus colectivos fue totalmente espontánea y que no existía hasta ese momento una resolución por parte de la dirigencia del gremio.
Luego, frente a la situación que se planteaba en Aristóbulo del Valle al 8100, el cumplimiento de la resolución judicial quedó postergada hasta hoy, medida que permitió disminuir el alto grado de irritabilidad que parecía preceder a acciones de mayores proporciones. En tanto, las unidades de las otras líneas se fueron reincorporando paulatinamente a sus recorridos habituales, restableciendo progresivamente el servicio.