Andrés Abramowski
San Lorenzo. - Un muchacho africano de unos 13 años de edad fue rescatado de las aguas del Paraná tras arrojarse desde un barco de bandera filipina que habría partido desde Guinea y en el que viajó como polizón junto con otro joven, también menor, que fue hallado muerto. Moohmed Baldé, aparentemente liberiano, se recupera en el hospital Granaderos a Caballo de esta ciudad, donde ingresó en estado de coma la semana pasada, producto de una travesía de once días sin comer. Los pocos datos que se tienen de esta historia son aún difusos. Recién hoy el joven podría ser entrevistado a fondo por inspectores de Migraciones, con quienes pudo dialogar no más de veinte minutos el viernes pasado, ya que su deteriorado estado de salud impidió una charla más extensa. Moohmed fue hallado por varias personas que estaban pescando en un muelle y vieron cuando el joven se tiraba desde un barco de bandera filipina, el Aurora Emerland. De cuerpo menudo, con una estatura de 1,60 metro, casi sin masa muscular, estaba apenas vestido con una túnica y tenía mucho frío. La Prefectura Naval sanlorencina constató que había viajado once días afuera del buque, en un compartimento que se utiliza para chequear el funcionamiento del timón y donde, seguramente, se habría ahogado si el barco hubiera viajado con carga. Personal de la repartición también halló el cadáver de otro joven africano en el mismo lugar, a pesar de que Moohmed aseguró que viajó solo. El muchacho ingresó al hospital completamente desnutrido, deshidratado y en estado de coma, con insuficiencia renal por haber ingerido agua de mar durante tanto tiempo. Ayer se encontraba estable y alojado en una habitación común, sin suero y alimentándose por sus propios medios, según consignó el director del nosocomio, Eduardo Rigo, para quien deberá seguir internado al menos cuatro días más. Llamó la atención de los médicos las graves lastimaduras en los pies del joven. No se descarta que haya sido torturado en su país de origen, pero hasta ahora no hay más que presunciones. Quienes lo atienden dijeron que se siente más seguro en presencia de mujeres y que "se asusta mucho al ver hombres uniformados". De la entrevista del viernes, en la que estuvo presente el cónsul de Liberia en Buenos Aires y un traductor de francés, ni siquiera se pudo determinar fehacientemente la procedencia del polizón. El funcionario africano dijo que posiblemente sea oriundo de algún lugar de la frontera con Guinea, de donde partió el barco antes de recalar en Puerto San Martín. Aparentemente, Moohmed tiene 13 años (lo cual coincide con pericias óseas que le practicaron), nació el 27 de mayo de 1988 y -según dijo- sus padres murieron hace cuatro años en una guerra civil. "Todavía no podemos saber nada más porque casi no podía hablar debido a su estado de debilidad", señaló el delegado de la Dirección Nacional de Migraciones en Rosario, Marcelo Marchionatti, quien espera recabar más información en la entrevista que se desarrollará hoy. "Luego veremos si el muchacho solicita refugio -agregó el funcionario-, lo cual es un trámite que lleva más de un año y depende de un comité especial que evalúa el caso y en el que interviene la Cancillería, Migraciones y el Alto Comisionado para Refugiados de las Naciones Unidas". En lo que va del año fueron detectados por la Prefectura sanlorencina unos 25 polizones, en su inmensa mayoría del Africa, de donde escapan del hambre y las guerras civiles. Todos fueron deportados y entre ellos tres jóvenes de Sierra Leona (otro convulsionado país también ubicado en el oeste de Africa Central) que pidieron asilo a fines de 2000.
| Los chicos se ubicaron cerca del timón de la embarcación. | | Ampliar Foto | | |
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