Gabriela Zinna Pedro Squillaci
Los sanatorios y clínicas rosarinas que el viernes pasado cortaron los servicios al Pami y decidieron atender a los jubilados sólo en casos de urgencias, comenzarán hoy a rehabilitar las prestaciones. La decisión fue adoptada luego de que el interventor de la obra social a nivel nacional, Raúl Pistorio, confirmara a los empresarios que "hay un compromiso del presidente Fernando De la Rúa de pagar la deuda de unos 5 millones de pesos que el Pami tiene con los centros de salud de la red prestacional de Rosario", explicó el titular del sanatorio Plaza, Hugo Ojeda. Por su parte, Pistorio confirmó a última hora de ayer a La Capital que los pagos a los prestadores "se realizarán en el transcurso de esta semana". La solución llegó en momentos en que los policlínicos propios de la obra social comenzaban a absorber las prestaciones, que ayer aumentaron en un 30 %, y ya calculaban que los insumos no durarían más de una semana. El problema que se desató el viernes, cuando los sanatorios Plaza, de la Mujer, Güemes y Mapaci junto con las clínicas del Rosario y Sur decidieron cortar los servicios al Pami, llegó ayer hasta la cúspide del poder. El mismísimo De la Rúa se interesó por el conflicto. El tema llegó a la Casa Rosada de boca del gobernador Carlos Reutemann. Luego de un acto realizado ayer a la mañana en la localidad de Calchaquí (departamento Vera), el mandatario provincial decidió llamar a la Secretaría Privada de De la Rúa. La comunicación realizada desde uno de los celulares del Lole tuvo como testigo al ministro de Salud de la provincia, Carlos Parola. El mandatario santafesino explicó la "gravedad" de la situación, teniendo en cuenta que los jubilados sin prestaciones podían llegar a ser 360 mil si todas las redes de la provincia suspendían los servicios. La noticia explotó en la Casa de Gobierno luego del llamado de Reutemann, que fue apoyado por el senador radical Horacio Usandizaga. Entonces fue el propio De la Rúa quien empezó a tomar cartas en el asunto. "El presidente está preocupado por este tema y estoy permanentemente en contacto con él, porque quiere estar al tanto de la situación y de la evolución del conflicto", admitió anoche Pistorio. El interventor del Pami nacional conversó telefónicamente a última hora de ayer con los representantes de los seis centros de salud de Rosario que habían suspendido las prestaciones. "Mañana (por hoy) comenzarán a reestablecerse los servicios de los sistemas que no necesitan plata", indicó Ojeda, antes de aclarar: "Se destrabó el conflicto pero todavía no se nos entregó un centavo". Los empresarios aceptaron levantar su medida a sabiendas de que el problema había llegado a lo más alto del poder. "Ahora ya no se se trata de la palabra de Pistorio, sino que hay un compromiso de pago de De la Rúa", apuntó Ojeda, y se preguntó: "Si no creemos en el presidente, ¿en quién podemos creer?". Pistorio aclaró anoche a La Capital que la deuda con los prestadores rosarinos, que supera los 5 millones, "comenzaría a pagarse en el transcurso de esta semana", y recalcó que "hay que llevar tranquilidad a los jubilados, a los empresarios, a los poderes públicos y a los trabajadores". El funcionario argumentó que el atraso en los pagos se debió a que "hubo una baja en la recaudación y por lo tanto el Pami vio disminuidos sus ingresos". "Hay que plantear el problema directamente en la esfera donde puede estar la solución", sostuvo el ministro Parola, para explicar por qué Reutemann disparó con su llamado directamente a la Casa Rosada y no apuntó al despacho de Pistorio. El ministro santafesino consideró que el interventor "no puede solucionar nada si el ministro de Economía, Domingo Cavallo, o el presidente no toman la decisión política". Parola recordó que el Pami debe a la provincia más de 4 millones de pesos por prestaciones brindadas por los hospitales y recalcó que la obra social de los jubilados no efectivizó ningún pago al Estado santafesino en lo que va del año. La operación a nivel nacional lanzada desde Santa Fe y Rosario para lograr destrabar el conflicto tuvo otro condimento. "Pusimos al tanto de la situación al ministro de Hacienda, Juan Carlos Mercier, para que él tratara el tema con Cavallo en su reunión de esta tarde (por ayer)", agregó Parola. Pistorio también recibió la visita de la secretaria de Salud municipal, Mónica Fein, con quien sostuvo una reunión que se vio permanentemente interrumpida por llamados del titular de la cartera sanitaria a nivel nacional, Héctor Lombardo, y de la Secretaría Privada del presidente De la Rúa. Angel, un ex mecánico de 74 años, no podía ocultar su bronca. "Vengo a pedir una prótesis para la cadera, y me dicen que por la crisis existente tengo que venir el 29 de noviembre a preguntar cuándo me la pueden conseguir. Esto es una vergüenza", dijo a la salida de los consultorios de Sarmiento al 400. Gustavo Giles, gremialista de ATE-Pami, se mostró cauto a la hora de evaluar la situación actual en ese policlínico: "No sobran medicamentos, pero tampoco faltan". Un poco más preocupado se mostraba ayer el director de Pami II, Conrado Rodríguez. "Recibimos entre un 20 y un 30 por ciento más de pacientes. Pero por suerte pusimos un médico más en la guardia y lo cubrimos. Sin embargo, los insumos son insuficientes y tenemos stock sólo por lo que resta de la semana", advirtió ayer, antes de que llegara la noticia de que a partir de hoy la situación comenzaría a normalizarse. Un grupo de empleados del Pami -que mantienen una carpa desde hace 45 días en reclamo de la normalización de la obra social de los jubilados- no se sorprendió ante el corte del servicio. "Esto era previsible. Si le debían 10 millones de pesos a los prestadores, era lógico que se iban a cansar. Todo esto está provocado, porque lo que quieren es endeudar y vaciar los dos policlínicos", protestó el secretario de Acción Social de UTI, Oscar Ullúa. El jefe de guardia del policlínico de zona norte, Jorge Pou, indicó que al menos por ayer estaba "todo controlado", pero que se preparaban para la emergencia. El interventor a cargo de la administradora de los policlínicos del Pami, Luis Fernández Risso, protestó porque esos centros están "siempre al borde del abismo". Ayer, por ejemplo, tenían stock de insumos y medicamentos para "uno o dos días más", reveló. El funcionario aprovechó para elogiar al Pami I y II en medio de la coyuntura que debieron sortear: "Históricamente, cuando hubo crisis de prestadores, siempre son los policlínicos los que salvan la situación. Después son vapuleados permanentemente". En cuanto al corte de servicios concretado por los sanatorios, el funcionario insistió con que "sólo se pospusieron las intervenciones programadas. Pero las urgencias no se dilataron y las semiurgencias tampoco". De todos modos, consideró que "ningún prestador serio cortó totalmente los servicios" porque "por suerte no son salvajes".
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