Alvaro Torriglia
Las entidades gremiales del sector agropecuario vuelven a prepararse para la lucha. A un año del último paro del sector, los dirigentes de Federación Agraria y Coninagro iniciaron los contactos para diseñar un plan de lucha en contra de la política económica del gobierno de Fernando de la Rúa. La estrategia de acción fue uno de los ejes de discusión del 89º congreso anual de la entidad federada que se realizó esta semana en Rosario. La cosecha récord estimada por el gobierno y por distintas fuentes privadas no alcanza para frenar el descontento de las organizaciones, preocupadas por las dificultades financieras que afectan a los productores, la profunda crisis de las economías regionales y el continuo éxodo rural. "Se está diseñando una agricultura sin productores, no es la producción la que está en crisis sino la trama social que la acompaña, la cosecha récord no es para todos", enfatizó el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, durante el acto de inauguración del congreso, al que asistieron entre otros el intendente Hermes Binner, el ministro de Producción de Santa Fe, Miguel Paulón, el titular del Inta, Hugo Cetrángolo, el director del Banco Nación Guillermo Moore de la Serna y representantes de las entidades de productores de Brasil, Uruguay y Paraguay. Aunque no avanzó en detalles sobre las características del plan de lucha, Buzzi adelantó que ya se está conversando con Coninagro una serie de medidas "que irán más allá de las elecciones del 14 de octubre", y a las que se pretende plegar también a Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Como parte de esta estrategia, anunció que la Federación comenzará a "caminar" por el interior el apoyo a los proyectos presentados en el Congreso para atacar el problema del endeudamiento de los pequeños y medianos productores. La entidad impulsa en el Parlamento un proyecto para suspender las ejecuciones por deudas financieras y fiscales, y una iniciativa para refinanciar y recalcular el pasivo agropecuario. Además, impulsan cambios en la política impositiva porque "los planes de competitividad anunciados por el gobierno no alcanzan". Si bien no pudo estar presente como consecuencia del recrudecimiento del conflicto por Aerolíneas Argentinas, uno de los invitados centrales al acto inaugural del congreso de la Federación Agraria iba a ser el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor de Gennaro. Una muestra de la profundización de la alianza que la entidad mantiene con los sectores gremiales más combativos, que se expresa en su participación en el Frente Nacional contra la Pobreza, fogonero de un proyecto para crear un subsidio a jefes de familia. "Vamos por la gran conquista que es, desde el campo y entre otros, luchar por una justa distribución de la riqueza", señaló Buzzi ante los delegados de distintos puntos del país, reunidos en el teatro El Círculo. El dirigente se mostró además preocupado "por los ajustes que vendrán después de las elecciones" y anticipó que la discusión del presupuesto 2002 "será la oportunidad de ver quienes ponen y cuánto ponen" en la Argentina "del déficit cero". Las ruidos de guerra que resonaron en el congreso federado tuvieron su paralelo en las declaraciones del titular de Coninagro, Mario Raitieri, quien señaló que la crisis del campo "sigue sin resolverse". El frente podría completarse con Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que en las últimas semanas viene proponiendo acciones de protesta para revertir las crisis que atraviesan la ganadería y la lechería. No está claro si este recalentamiento de clima gremial se expresará en un nuevo paro del sector, atento a que en la región pampeana todos los productores están lanzados a la cosecha gruesa, aún con los problemas que enfrentan. Probablemente (al cierre de esta edición no se había definido aún el plan de lucha en el congreso federado), se traten de acciones graduales que apunten a articular distintas movilizaciones que se están dando en el interior. En ese sentido, Buzzi destacó la participación de FAA en "las multisectoriales como las de Chajarí, Casilda y Metán, donde trabajamos en conjunto con otros sectores agredidos por el modelo". En el listado de reivindicaciones que tienen en carpeta los dirigentes de Federación Agraria figuran la solución de la crisis de las economías regionales y la situación de rubros muy golpeados, como la ganadería bovina y la lechería. En cuanto a la ganadería, los delegados de Federación Agraria expresaron su preocupación por las demoras en el pago de las vacunas contra la aftosa, que complica la reapertura de los mercados externos y, como consecuencia, aumenta la presión sobre los precios en el mercado interno. Respecto de la lechería, Buzzi respaldó el proyecto de ley Volando para crear un instituto de promoción de lácteos. En rigor, una propuesta que despierta polémica entre las distintas organizaciones de tamberos. Entre los temas que fueron motivo de preocupación de los congresales figuró también la crisis crónica de la producción porcina (llamaron a terminar con el "chanchoducto" importador), del algodón (cultivo que comienza a ser desplazado por otras alternativas en el norte argentino) y la citricultura, por la fuerte caída de los precios internos.
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