Año CXXXIV
 Nº 49.253
Rosario,
sábado  29 de
septiembre de 2001
Min 14º
Máx 26º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Mercados
Cómo diversificar las fuentes financieras
Un especialista del Iica disertó en la Bolsa sobre nuevas herramientas de crédito para las pymes agropecuarias

El financiamiento sigue siendo el principal cuello de botella que enfrentan los pequeños y medianos productores agropecuarios para desarrollar su actividad. Las dificultades que encuentran para arrancar con la campaña gruesa son una muestra de la vulnerabilidad de este sector que tradicionalmente está atado a los bancos oficiales o proveedores de insumos como fuente financiera.
En vistas de difundir nuevas alternativas para la financiación, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio de la provincia de Santa Fe (Magic) tomó contacto con el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (Iica). En el marco de esa colaboración, esta semana organizó un seminario con un especialista del organismo, en el que presentaron distintas herramientas implementadas en países de Centroamérica y repasando alternativas que tienen ya presencia en Argentina.
Según Luis José Lizarazo, responsable del proyecto de "Políticas e instrumentos para la modernización institucional de mercados agropecuarios" del Iica, la financiación para el sector agropecuario no ha sido un negocio interesante para la banca comercial en Latinoamérica.
"Esta circunstancia hizo que la mayoría de los países de América latina desarrollara bancos especializados propiedad del Estado /o en coparticipación con organizaciones de productores ", explicó el especialista, quien sin embargo advirtió que el funcionamiento de estas entidades "no ha sido el más eficiente o transparente", al tiempo que muchos de ellos desaparecieron de la mano de la desregulación y la apertura de mercados.

Abordar el problema
En vistas de difundir otras alternativas, el especialista del Iica contó las experiencias implementadas en países de Centroamérica, o como los casos de Brasil o Chile que apelaron a distintas herramientas para abordar el tema.
Su propuesta principal es el desarrollo de un mercado de capitales orientado al sector agropecuario, cuestión que generó una fuerte polémica entre los participantes, al evaluar las condiciones existentes en Argentina para éxito de una alternativa de estas características.
Ricardo Biani, uno de los promotores de este proyecto, sostuvo que es posible la profundización de este mercado de capitales y "que hay que pensarlo con una mente más abierta".
"No se puede pensar esto estrictamente con la lógica del maíz, la soja o el trigo, porque puede que no se vislumbre claramente la idea", indicó.
En ese sentido, Lizarazo explicó que para garantizar su efectividad, el desarrollo de mercado de capitales tiene que responder tanto a las necesidades de los productores rurales como a la de los inversionistas.
El especialista del Iica relató que desde hace muchos años existen en todos los países de Latinoamérica los denominados "almacenes generales de depósito" pero su uso fue restringido a mercancías procesadas y a servir de almacenes fiscales en la importación de bienes. Gran parte de los almacenes generales de depósito pertenecen a bancos comerciales privados y han utilizado los certificados de depósito como un instrumento facilitador del crédito al sector industrial. En Argentina, también es una herramienta utilizada por los bancos para el sector agrícola.
Según, Lizarazo, el hecho de que los bancos comerciales hayan sido los principales promotores del desarrollo de éste instrumento condujo a que el usuario del un certificado de depósito obligatoriamente lo utilizara como respaldo para que se le emitiera un bono de prenda (warrant), el cual debía ser descontado en el respectivo banco a una tasa de interés establecida por ellos mismos.
En ese sentido, el especialista cuenta que con la liberalización del comercio y la desregulación de los mercados, los certificados de depósito y otros instrumentos financieros conexos han ido cobrando importancia en la transición hacia nuevos mercados que ofrecen mejores condiciones de financiamiento.
Con los cambios anotados y utilizando el mercado desarrollado por las Bolsas de productos, se diseñó en Centroamérica un contrato que permite negociar el certificado de depósito en una operación llamada de "reporto", en la cual el dueño hace una venta inmediata y recompra a plazo el certificado de depósito de su mercancía.
Esta operación le permite al dueño de un producto almacenado disponer de recursos inmediatos para mejorar su liquidez, vendiendo el certificado con el compromiso de recomprarlo en un lapso determinado de tiempo.
"Aparentemente este instrumento no tiene nada de novedoso, sin embargo se pueden anotar algunas de las ventajas para el dueño del producto como la de obtener tasas de interés menores a las que tendría que pagar en el sector financiero tradicional", indicó Lizarazo y explicó que esto ocurre porque con este instrumento se ha abierto un nuevo mercado de capitales en donde se descubre en competencia abierta la tasa de interés. Los trámites son muy pocos y se reducen a dar un mandato de negociación y endosar el CDM el cual queda depositado en la Bolsa, entre otras ventajas.
Otros de los instrumentos que se han desarrollado como alternativa para el sector agropecuario en los países de Centroamérica, es la "titularización de activos muebles, que permite generar liquidez a propietarios de activos que poseen un flujo futuro de ingresos".
El sistema consiste en emitir títulos con cargo a un patrimonio autónomo, constituido por los bienes y activos cedidos por un originador o por los flujos de caja futuros de una plantación en plena producción, más los flujos futuros de una nueva plantación sembrada, a través de un contrato de fiducia mercantil con el objeto de vincular inversionistas para financiar el desarrollo de actividades productivas.

Más alternativas
La Cédula de Producto Rural (CPR) es un herramienta más útil para la ganadería. Formaliza los términos de un negocio en el que el productor se compromete a entregar en una fecha futura una cantidad determinada de carne con una calidad previamente acordada y, por la otra parte, un industrial o comercializador de carne se compromete a recibir el producto especificado y con ello garantizarse su abastecimiento en términos de calidad y cantidad a un precio definido en un mercado transparente.
El valor total del negocio le es entregado al productor por adelantado a fin de que éste pueda realizar la actividad productiva, ofreciendo como garantía de cumplimiento un aval bancario. Esta metodología es muy utilizada en Brasil y con muy buenos resultados.



Luis Lizarazo, especialista del Ilca, estuvo en Rosario.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados