Los valores locales del trigo podrían derrumbarse durante el período de cosecha a causa de una considerable sobreoferta del cereal y por inconvenientes comerciales con la demanda brasileña, proyectó el analista de mercados de granos Daniel Miró. "La producción argentina de trigo 2001/02 está proyectada en unos 18 millones de toneladas y en años normales se exporta entre el 60% y el 65% de la cosecha, pero en esta campaña el faltante de liquidez podría hacer que este porcentaje crezca hasta el 70%, lo cual representaría 12,6 millones de toneladas", señaló Miró, presidente de la consultora Nóvitas. El consultor señaló que "en el mejor de los casos, Argentina podrá exportar unos 3 millones de toneladas de trigo en diciembre (de este año) y otros 3 millones en enero (de 2002), con lo cual la pregunta es: ¿quién se va a hacer cargo del saldo exportable restante de 6,6 millones de toneladas? La respuesta está clara: los precios", advirtió el analista durante un seminario organizado por Aacrea y Deloitte & Touche en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Miró indicó que el "noviazgo con Brasil se terminó" y apuntó que en el ciclo 2001/02 el país vecino podría producir alrededor de 3 millones de toneladas de trigo, con lo cual disminuirían las necesidades de importación de trigo argentino. Además recordó que la demanda brasileña está intentando implementar un nuevo sistema de zaranda (proceso de tamizado que elimina cuerpos extraños y granos chuzos) que podría perjudicar notablemente a las exportaciones argentinas de trigo hacia ese país. "Los brasileños nos han inventado una (nueva) zaranda, que la comenzarían a aplicar el 1º de enero del año que viene; esta zaranda nos puede significar una pérdida de volumen de un 3-4%, que en un comprador como Brasil puede representar alrededor de 250.000 toneladas de pérdidas", explicó Miró. Ante este escenario, el productor que no se cubrió en trigo con las oportunidades que hubo a lo largo de este año "va a encontrarse complicado", indicó. Con respecto al nuevo escenario en los mercados granarios -generado a partir de los atentados terroristas ocurridos el 11 de septiembre pasado en Estados Unidos-, Miró indicó que deberá seguirse de cerca la actitud norteamericana frente a los países islámicos. "El 60% del trigo ya vendido de la nueva campaña (2001/02) tiene como destino Irak e Irán; esto quiere decir que ya tenemos comprometidos envíos por 1,7-1,8 millones de toneladas hacia esos países. Si estos envíos pueden concretarse es una cosa, pero si no se terminan realizando por algún motivo, es otra muy diferente", argumentó. El analista además explicó que la tasa de crecimiento del complejo sojero (poroto, harina y aceite de soja) se encuentra directamente relacionada con la tasa de crecimiento de la economía mundial. Entre abril y agosto de 2001, la Argentina exportó unos 16 millones de toneladas de poroto de soja, equivalentes a 145.000 toneladas por día hábil durante ese período. "Esto significa que exportamos tres grandes buques cargueros por día entre abril y agosto pasado: uno de esos buques diarios fue enviado por China, en tanto que Europa nos envío uno y medio y el resto del mundo medio buque", ejemplificó Miró. En ese sentido, el especialista indicó que si el nuevo escenario global genera una recesión de alcance mundial, inevitablemente afectará a los países de la Unión Europea y a China, con lo cual la demanda global de soja podría restringirse. "Basta que los chinos no nos manden un barco por día hábil, sino que manden uno cada dos días hábiles, para que el impacto en los precios de la soja sea tremendo", advirtió el analista. De todas formas, Miró señaló que complicaciones climáticas en la región sudamericana podrían aportar un factor alcista al mercado de la oleaginosa. La región de Sudamérica (Brasil, Argentina, Bolivia y Paraguay) representa alrededor del 40% de la producción mundial de soja y en el ciclo 2001/02 se estima que produciría unos 70 millones de toneladas en condiciones climáticas normales. "Pero si en enero o en febrero nos encontramos con algún problema climático en las áreas sojeras sudamericanas, entonces el escenario puede cambiar", dijo el presidente de Nóvitas. "Estamos en un escenario con mayor volatilidad, el año pasado los valores mínimos y máximos de la soja reflejaron -sin ninguna razón de fondo- una diferencia de 50 dólares, este año no me extrañaría que la volatilidad sea mayor a la del año pasado", comentó. Además dijo que más del 80% de la soja producida en la última campaña agrícola no cuenta con cobertura de precios en el Mercado a Término (esta cifra no tiene en cuenta los forwards realizados entre productores e industrias por fuera del término). "Ojalá todos entendieran que cubriendo los precios de sus productos van a estar mucho mejor que no haciéndolo, porque si una persona produce soja y no se cubre, la única reflexión que puedo hacer es que está loco, ya que está tomando riesgos innecesarios", opinó el consultor. "Probablemente alguien podrá decir que cuanto mayor sea la cantidad de gente que venda en cosecha, esto va a ser mejor, porque después será más fácil hacer negocios con gente fundida; y esto de alguna está ocurriendo: en los últimos diez años han desaparecido unos 70.000 productores del mercado", concluyó.
| El analista de mercado de la consultora Nóvitas. | | Ampliar Foto | | |
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