A la inesperada postergación del partido, a la gente de Central Córdoba se le sumó una nueva sorpresa. En la mañana de ayer, dos policías de civil se hicieron presentes en el hotel donde se aloja el plantel de Tablada para detener a los choferes del micro que trajo a la delegación hasta Bahía Blanca. El motivo de la visita de los uniformados se debió a que el ómnibus había sido estacionado en la noche del jueves frente a una sinagoga, y esto habría despertado sospechas de la guardia que custodia frente a la entidad israelita. Luego de cortar el tránsito por más de una hora, y tras la revisión llevada a cabo por la brigada de explosivos, se les permitió a los conductores retirarse con el micro. Mientras esto sucedía, el presidente Eduardo Bulfoni y el encargado de la delegación, Juan González, se comunicaron con dirigentes de la UTA local para tratar de conseguir otro medio de locomoción que llevara al plantel al entrenamiento que realizó por la tarde en el camping que posee el sindicato de transporte.
| |