Soledad Silveyra sabe que transitar los caminos de la política es meterse en un campo minado. Más aún si se trata de una personalidad con una gran exposición pública, como es su caso. Pero, a pesar de todo ello, asegura no temerle a lo que le marcó el destino: su actual condición de candidata a diputada nacional por Alternativa por una República de Iguales (ARI), el partido que armó Elisa Carrió. "No creo que los compañeros del ARI me estén usando porque soy mediática", dijo, al tiempo que sostuvo que si en el futuro le toca desempeñar un cargo en la función pública, le encantaría desempeñarse en áreas que aborden lo social: "Me gustaría poner la cabeza y el corazón en el Pami, porque tengo una debilidad absoluta por los ancianos".
Silveyra relativizó ante La Capital las críticas que parten desde algunos sectores a su candidatura. La actriz y conductora de televisión dijo que siempre tuvo una conducta militante y que rechazó, tiempo atrás, varios ofrecimientos para incursionar en política. El hecho de que ahora haya cambiado de posición se debe a la "gran identificación" que tiene con las banderas que enarbola la diputada chaqueña y a la insistencia del socialista Alfredo Bravo para que aceptara el desafío.
"De una manera u otra, siempre participé en política. Estuve al lado de las Madres de Plaza de Mayo, trabajé en Chaco con los indios tobas y asisto a varios comedores del conurbano bonaerense. Al principio, cuando el profe (por Bravo) me propuso ser candidata dije que sí y luego me entró un poco de miedo. Pero ese temor se me fue cuando estuve frente a frente con Lilita. Es imposible decirle no al huracán Carrió", afirma.
Silveyra estuvo ayer en Rosario para ayudar a difundir el proyecto electoral de los candidatos del ARI, aunque en Santa Fe se presentan con el lema del Partido Socialista Auténtico, ya que la Justicia electoral santafesino no los autorizó a utilizar las siglas del partido que fundaron Carrió y Bravo. La actriz estuvo en la redacción de La Capital acompañada por los postulantes a diputado nacional, Alberto Piccinini; senadora, Susana García y concejala, Liliana Pollice.
Solita abundó en elogios hacia la figura de Piccinini, a quien calificó de una persona "políticamente coherente". También resaltó las virtudes éticas y morales de todos los candidatos del ARI santafesino.
Esperando un milagro
Silveyra dijo que su candidatura es más bien "simbólica", ya que figura en el noveno lugar de la lista y "sólo un milagro" podría ubicarla en una banca en la Cámara de Diputados. "Pero si eso sucede -agregó- me gustaría trabajar en el área social, en programas de alfabetización y en el Pami, porque tengo una absoluta debilidad por los ancianos".
Por otra parte, aseguró que no siente que su popularidad constituya una moneda de cambio para estar en una nómina de candidatos. "No tengo un interés personal y sinceramente no creo que los compañeros del ARI me estén usando porque soy mediática. En todo caso, si me usan, estoy bien usada", enfatizó.
Silveyra dijo que no le molesta que Marcelo Tinelli la haya incluido en la casa del Gran Cuñado, una parodia del programa el Gran Hermano que ella misma conduce. "Hablamos con Lilita si esto nos convenía o no, pero decidimos no darle importancia. Hubiese preferido no estar porque el grado de exposición es muy grande. Pero también escuché que muchos políticos pagarían para estar allí. Por suerte, yo no lo tuve que hacer", dice y lanza una carcajada.
La Ciudad
