Año CXXXIV
 Nº 49.251
Rosario,
miércoles  26 de
septiembre de 2001
Min 9º
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Existe una salida posible

A mi juicio, desde hace 40 años se equivoca el diagnóstico y los parámetros que determinan el carácter de los problemas y las causales que indican que el modelo de país agroimportador se agotó hace más de cuatro décadas, iniciándose una etapa de decadencia que sólo necesitó el paso del tiempo para convertirse en una profunda crisis. La verdadera economía es producción, es una ciencia social que se centra en el proceso material que modifica las estructuras industrializadoras de las materias primas que permitan aportar valor agregado a las mismas, generando con ello recursos que permitan establecer una distribución justa y equitativa. Y que a su vez se traducen en el bienestar de los habitantes, ya que es a ellos a quienes deben estar dirigidos los beneficios del desarrollo de esta ciencia, que por ello se define como social. Sin embargo, nuestros políticos y dirigentes en general sólo prestaron atención a los aspectos superficiales, atacando los efectos y no las causas que son estructurales, soslayando los avances tecnológicos y científicos por los que lucharon otras naciones que concretaron la revolución industrial logrando ubicarse en el mundo desarrollado. Ejemplo de ellos: Canadá y Australia, que con idénticos recursos naturales a los que posee nuestro país han logrado derrotar las estructuras del atraso. Las ideologías resultan necesarias para establecer a partir de ellas un proyecto nacional abarcativo de todas las clases y sectores, sólo sirven para construir una barrera que impide el encuentro y conformación de gran movimiento nacional que debe ser el eje transformador de las estructuras mencionadas. A mi juicio, lo expuesto constituye las causales de nuestro empobrecimiento, pero dada la riqueza potencial que posee nuestro país y si logramos interpretar lo que nos pasó, investigar hasta las últimas consecuencias la corrupción, castigar a los culpables, advertiremos que en todos los partidos existen políticos sanos y capaces que desean la solución del problema.
Justo José Prieto


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