Especialistas del Instituto Municipal de Investigación Médica y del Departamento de Oftalmología del Hospital de la Esperanza de Barcelona estudiaron los factores que influyen en la realización de cirugías de cataratas en el segundo ojo. Las conclusiones fueron publicadas en la revista de la Sociedad Iberoamericana de Información Científica. Los criterios de estudio se basan en la evaluación de los beneficios esperados en relación al costo.
La cirugía de cataratas es el procedimiento quirúrgico más frecuente en ancianos en los países desarrollados y ha tenido un importante aumento en los últimos años. No obstante, sólo un tercio de los pacientes operados son sometidos a una nueva intervención en el otro ojo en los 12 meses consecutivos a la primera.
Las investigaciones disponibles demuestran una mejoría en la función visual después de la segunda cirugía. A su vez, sugieren que los resultados finales serían más satisfactorios si los pacientes fueran operados de ambos ojos.
Segunda operación
En la decisión de realizar la cirugía del segundo ojo intervienen consideraciones clínicas y sociodemográficas. Para analizarlas, los expertos desarrollaron un estudio longitudinal de observación sobre un total de 242 pacientes sometidos a intervenciones del primer ojo en tres hospitales de Barcelona.
Los pacientes fueron controlados durante 2 años después de la primera intervención para determinar si se realizó la segunda y en qué momento. Más de un tercio fueron sometidos a la segunda operación en los 12 meses consecutivos a la primera, y más de la mitad en el segundo año.
La baja agudeza visual del ojo no intervenido fue el factor más influyente para decidir la segunda operación. El aumento posquirúrgico de la agudeza visual obtenido no fue, sin embargo, clínicamente importante, porque no se modificó la agudeza visual del mejor ojo (el primero). La segunda intervención, al disminuir la diferencia entre las agudezas visuales de ambos ojos, mejora básicamente los parámetros.
Los resultados mostraron también que un tercio de los pacientes que presentaban agudeza visual muy disminuida en el segundo ojo finalmente no fueron operados. Esto indica que la agudeza visual sola no explica la decisión de una segunda operación.
El otro factor que presentó una asociación clara con la cirugía fue la edad de los pacientes. En el conjunto estudiado, las probabilidades de someterse a una nueva operación fueron tres veces mayores en los más jóvenes y social y laboralmente activos.