Los familiares del paramédico rosarina todavía tienen "una pequeña esperanza"

Aún no hay noticias de Mario Santoro, desaparecido en el ataque a las Torres Gemelas

"Todavía tenemos una pequeña esperanza de que esté con vida", dijo María Rosa Santoro, la madre de Mario, el paramédico rosarino desaparecido desde el día en que se produjo el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York. A pesar de que hoy se cumplen dos semanas de ocurrida la mayor tragedia de la historia en territorio norteamericano, la familia argentina aún espera que cuando los grupos de rescate lleguen al subsuelo del edificio derrumbado hallen personas con vida.
Hoy es un día muy especial para la familia Santoro. Sofía, la hija de Mario, cumple dos años. "No es fácil festejar cuando nuestro hijo está desaparecido", dijo María Rosa. La abuela de la pequeña intentaba ayer sobreponerse a la incertidumbre infinita que le genera la falta de noticias de Mario. "A pesar de que no tengo ganas, tengo que preparar una torta de cumpleaños para la nena", agregó la rosarina radicada en Nueva York.
"Todavía tenemos una esperancita de que Mario esté con vida", afirmó la mujer quien está aferrada a la posibilidad de que en el subsuelo del World Trade Center haya personas que sobrevivieron al desastre.
La ilusión de los Santoro, va a contramano de la decisión del alcalde neoyorquino, Rudolph Giuliani, quien adelantó que desde hoy, los desaparecidos serán considerados como muertos y se comenzarán a extender certificados de defunción para los 6.453 desaparecidos.
Mario Santoro, de 28 años, es un paramédico rosarino que desde hace 20 años vive en Estados Unidos junto con sus padres, y sus tres hermanos. Se casó con una norteamericana, con quien tuvo una hija, Sofía.
El socorrista desapareció a poco de ocurrido el primer ataque terrorista contra las Torres Gemelas. El día de la tragedia, Mario tenía franco. Pero cuando supo del primer atentado fue a ayudar a las víctimas. Salió de su casa, ubicada a cuatro cuadras de los edificios ahora destruídos y nunca más se supo de él. Los socorristas hallaron la ambulancia que Mario y su compañero utilizaron para trasladarse hasta el lugar del desastre. También encontraron el teléfono celular del rosarino. Pero del muchacho no hay rastros todavía.
"Es muy terrible estar tanto tiempo sin noticias de Mario", se lamentó la madre del muchacho antes de admitir que "aunque tenemos todavía un hilito de esperanza, cada hora que pasa parece que se esfuman las posibilidades de que esté con vida".
Los Santoro recibieron ayer una llamada del cónsul argentino en Nueva York, Juan Carlos Vignaud. "Nos dijo que hoy (por ayer) o mañana (por hoy) los socorristas llegarán al lugar cero, en uno de los subsuelos de la torre, donde está el tren que viaja desde Nueva Jersey. Se piensa que allí puede haber personas con vida porque los robots detectaron que hay oxígeno", explicó María Rosa.
"El mejor regalo que podríamos recibir en el día del cumpleaños de Sofía, sería alguna noticia de su papá", agregó la mujer, quien reconoció que "aunque sea doloroso, queremos saber qué le pasó a nuestro hijo, si está vivo o muerto". María Rosa protestó porque "es muy poca la información que da a conocer el gobierno norteamericano sobre las víctimas fatales".
"Estoy muy agradecida por los innumerables correos electrónicos y llamados que recibimos permanentemente", señaló la mujer y acotó: "tengo guardado cada uno de los mensajes que nos llegó a través de la computadora". María Rosa indicó que "esas muestras de afecto son las que nos hacen sentir muy contenidos y acompañados. Eso nos da fuerza para enfrentar el momento de tanto dolor y angustia".