Los gobiernos de Argentina y Brasil se preparan a renegociar los términos del Mercosur, empujados por la crisis económica que afecta a los dos países y a los constantes roces comerciales entre los socios. El ministro de Desarrollo del país vecino, Sergio Amaral, abrió las puertas de esta decisión histórica al asegurar que Brasil estaría dispuesto, bajo una serie de condiciones, a rever el Arancel Externo Común (AEC) que grava las importaciones de extra zona. Los cancilleres de Argentina, Adalberto Rodríguez Giavarinni, y de Brasil, Celso Lafer, anticiparon desde Washington, donde negocian un acuerdo comercial con Estados Unidos, que se reunirán junto a los ministros de Economía y los presidentes de los Bancos Centrales para tratar los "temas más urgentes" de la crisis en el Mercosur. El futuro del bloque alumbrado hace 11 años con el tratado de Asunción, comenzó a ensombrecerse con la devaluación del real en 1999 pero su crisis se aceleró la semana pasada cuando el ministro de Economía, Domingo Cavallo, puso en duda la sociedad comercial si el país vecino seguía depreciando el valor de su moneda. El fin de semana, el ex vocero del presidente Fernando Henrique Cardoso y actual ministro de Desarrollo brasileño, Sergio Amaral, dijo al diario "Valor Económico", que su gobierno estaría dispuesto a rever el Arancel Externo Común (AEC), tal cual lo había solicitado el propio Cavallo apenas asumió al frente del Palacio de Hacienda. El AEC es una de las bases de la integración regional, que se está actualmente en un estado conocido como de unión aduanera imperfecta (algo más que una zona de libre comercio y algo menos que un mercado común). Su revisión sería el primer paso de una renegociación global del bloque comercial, y así lo advirtió Amaral. "Las cuestiones conducen a una conversación general, porque existen barreras al pollo brasileño, se necesita una revisión de las tarifas para los bienes de capital y está el tema de la industria automotriz", dijo. Aunque el funcionario dijo que el gobierno brasileño quieren mantener el AEC, señaló que "se precisan dos para bailar el tango". "Si la Argentina lo quiere, hay mucha gente en Brasil que también se considera perjudicada por el Arancel Externo Común", dijo y, aunque aclaró que su país no abdicará de conformar un bloque regional "es evidente que una crisis mundial de estas proporciones acentúa las vulnerabilidades existentes, y en este cuadro es interesante para todos ordenar una coyuntura que se está fijando llena de incertidumbres para los dos lados". La cruzada contra el Arancel Externo Común fue iniciada por Cavallo durante el primer viaje que realizó a Brasil luego de asumir como ministro de Economía. Desde San Pablo, dudó de la efectividad de esa herramienta arancelaria, anticipó su decisión de bajar los aranceles para la importación de productos informáticas de extra zona y abrió la posibilidad de retrotraer al Mercosur hacia una zona de libre comercio (sin arancel externo). La relación entre los principales países del bloque se tensó en los últimos días por las críticas de Cavallo respecto de la constante devaluación del real, que lleva una depreciación del 40% en lo que va del año. Esta situación provocó una ola de rumores sobre cambios en la política cambiaria brasileña. Ayer, los cancilleres de Argentina y Brasil, Adalberto Rodríguez Giavarini y Celso Lafer, acordaron reunirse de urgencia con los ministros de Economía y los presidentes de los bancos centrales del bloque para tratar la crisis del Mercosur.
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