Año CXXXIV
 Nº 49.250
Rosario,
martes  25 de
septiembre de 2001
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Las bases de la música on line
El ABC de MP3
A pedido de los lectores, este suplemento responde a las inquietudes fundamentales de quienes quieren saber más sobre los archivos de audio que invaden la Web. Ahora, silencio... Preste atención...

Cuando allá por 1998 la extensión MP3 comenzó a popularizarse, la industria discográfica se convirtió en su enemigo público número uno (a pesar de tratarse de un simple formato de compresión de archivos, esas siglas quedaron ligadas a la piratería musical). En cambio, hoy en día, luego de haber absorbido mediante juicios millonarios a dos gigantes de la música online (Napster y MP3.com), las corporaciones son menos duras. De hecho, empresas como Sony ya fabrican una variedad de dispositivos compatibles con estos archivos.

Dónde conseguir MP3
La Red alberga tanto canciones piratas como material no comercializado por las discográficas (discos LP nunca editados en CD, lados B de singles, temas en vivo y rarezas de todo tipo). Si de bajar música independiente se trata, nada mejor que navegar por los portales musicales.
En la Argentina, varios sobrevivieron a la crisis de las puntocom. Por ejemplo, Yeyeye.com (liderado por el ex Soda Stereo Charly Alberti) mantiene una base de datos de cientos de MP3 de los más variados estilos, junto con contenido propio que incluye noticias, entrevistas, concursos y subportales especializados en música electrónica y latina. A su vez, Emepe3.com no sólo mantiene una base de datos muy variada; también rastrilla la Web en busca de canciones promocionales (de esta manera, es posible encontrar links hacia temas de The Offspring o Bob Marley).
En cuanto a los sitios extranjeros, se destaca MP3.com, con más de medio millón de canciones de todo el mundo. Además, ofrece la posibilidad de que cualquier banda tenga su página gratuita en el sitio para vender sus discos. Otros sitios dignos de visitar son el inglés Peoplesound.com y el chileno Devorame.com.

Intercambio de archivos
Otra fuente inagotable de MP3 son los servicios de intercambio de archivos. Se trata de programas que ofician de "puente" entre las personas conectadas a Internet.
De esta forma, si usted tiene una canción en su disco rígido y ejecuta el programa BearShare, otra persona conectada podrá bajarla (por supuesto, el usuario decide cuáles archivos compartir y cuáles no).
Existen dos tipos de programas de intercambio: los que utilizan directorios centrales y los que no. En el primer tipo, los nombres de las canciones compartidas por los usuarios están almacenados en un servidor central, operado por la compañía desarrolladora del programa. Napster (sistema pionero actualmente inactivo por orden de la Corte de los Estados Unidos), iMesh, WinMX o Audio Galaxy Satellite son algunos ejemplos.
En las redes descentralizadas, no existe un servidor que mantenga los nombres de los archivos compartidos. En cambio, los pedidos de búsqueda se transmiten a través de todas las computadoras de la red. En esta categoría figuran Gnutella y sus diversos clones, como BearShare y LimeWire.

Cómo escuchar canciones en MP3
Para escuchar archivos MP3, hay que instalar un software reproductor de MP3 en la PC. Winamp, muy utilizado por ser uno de los primeros desarrollados para Windows, asocia las extensiones de archivos de audio (.mp3, .wma, .wav y .mod, entre otras). Así, cada vez que el usuario hace doble clic sobre una canción, ésta empieza a sonar automáticamente.
Esta aplicación también maneja de manera sencilla listas de reproducción. Un botón las despliega y, para escuchar un tema, sólo hay que arrastrarlo con el mouse hacia ellas. Winamp se encarga entonces de reproducirlo en el orden indicado (a menos que esté seleccionada la opción Shuffle, pensada para reproducir al azar).
Entre otros programas de este estilo, figuran Media Player, de Microsoft, duro rival incluido junto a las nuevas versiones de Windows (aunque se conjetura que el modelo XP no permitirá escuchar MP3), el reproductor/encoder de MP3pro, Sonique (que cuenta con una vistosa interfase) y FreeAmp (para amantes de Linux y el software open source).

Cómo convertir un CD en MP3
Hace unos años, convertir un CD en MP3 era un proceso tortuoso. Primero, había que usar un ripper (software encargado de transferir al disco rígido los tracks del CD de audio). Luego, se procedía a renombrar los archivos WAV resultantes, con los títulos de las canciones del CD. Finalmente, había que utilizar un encoder para convertirlos en MP3 (procesar un solo tema podía demorar media hora). Por si esto fuera poco, todos estos programas funcionaban únicamente en una ventana de DOS, mediante programas que requerían unos cuantos parámetros.
Luego, fueron surgiendo programas más amigables (rippers que trabajan bajo Windows, encoders más rápidos), hasta que llegó MusicMatch Jukebox, capaz de hacer todas las funciones mencionadas a una velocidad admirable.
A partir de su versión 5, este programa agregó un servicio de recomendaciones musicales y hoy en día, incorporó muchísimas más opciones que permiten, por ejemplo, escuchar centenares de radios online, grabar CDs de audio a partir de listas de reproducción, e incluso imprimir las cubiertas de los CDs fabricados. l



Uno de los modelos de reproductor portátil de MP3.
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