Omar Bravo
El día que dialogó con La Capital no había arrancado bien. En un seminario sobre el rol de los servicios públicos dijo que no sabía por quién iba a votar el próximo 14 de octubre. "La verdad, no lo tengo claro", repitió. El comentario resume el fastidio gubernamental ante los oscuros pronósticos para el oficialismo en las legislativas del segundo domingo de octubre. Patricia Bullrich no es la excepción. La mejor comunicadora del gobierno según algunos, la Dama de Hierro criolla según los jefes sindicales, es una mujer ajena a las tibiezas: defiende a Cavallo de los radicales que hacen fila para correrlo; se molesta cuando se le mencionan las críticas al entorno del presidente (del cual es su figura más rutilante) y finalmente hace su afirmación acerca del escenario post 14 de octubre: "Aquí no habrá ningún cambio de fondo." -Son muchos los que anticipan para después de los comicios un escenario con el gobierno nacional más débil, más aislado... -(Piensa) Mi primera reflexión es que el 14 de octubre habrá una elección parlamentaria. Se va a renovar el Senado, y eso va a generar un nuevo panorama. Los que están planteando esta teoría lo que están buscando es otra cosa: sentir o pensar que pueden gobernar. Por ejemplo, Daer y Moyano diciendo el 15 de octubre vamos a empezar con cortes de ruta, con tomas de edificio públicos, como si ellos fueran los interpretadores (sic) o los psicólogos del voto popular. -Pero si los pronósticos adversos son correctos, ¿el gobierno hará alguna lectura de los resultados, alguna reflexión? -Es que sabemos que las cosas están difíciles. La gente tiene bronca, pero nosotros hemos planteado cuál es el camino para salir de estas dificultades. Si hubiésemos creído que el camino era otro, lo hubiéramos tomado. Entonces, es lógico que seamos coherentes con nuestra creencia, y es lógico que el presidente conduzca como él cree que es lo mejor para la Argentina. Lo que van a tratar de hacer algunos es debilitar al gobierno, y entonces al gobierno le va a costar más salir de la recesión. -Hay algunas versiones que dicen que después del 14 usted podría ser ministra de Interior o ocupar la Agencia Social. ¿El presidente le adelantó algo? -No tengo ninguna señal de nada, el presidente no me ha dicho nada. Siempre se hacen comentarios, se dicen cosas, pero yo no he escuchado nada ni me lo dijo el presidente, y no quiero hablar de eso porque sería referirme a lugares que están ocupados por otras personas. Por supuesto, cualquier cosa que el presidente me diga que cree que puedo hacer..., aunque estoy muy concentrada aquí en el Ministerio de Trabajo. -Los críticos del grupo más cercano a De la Rúa, entre ellos usted, aseguran que se ha quedado sin estrategia y sólo lucha por no perder ese lugar de privilegio... -(Molesta). Mire, yo no pertenezco a ningún grupo en el gobierno. No funciono ni nunca armé ninguna estrategia con ningún grupo, así que no sé a lo que se refieren. Yo tengo una responsabilidad en la cartera de Trabajo, que es donde me han encargado que trabaje. Cuando tengo una idea sobre algo que no es de mi cartera, se lo digo al presidente o al ministro respectivo. Pero como idea o como decisión de gabinete. Pero yo no participo de una estrategia de grupo. -¿Entonces todo seguirá igual después del 14? ¿Ni siquiera se harán algunos retoques? -Yo no sé si va haber retoques en algunas áreas, eso es una decisión estricta del presidente. Lo que sí sé es que aquí no va haber ningún cambio de fondo. Incluso no veo que vaya a cambiar la estrategia económica, como dicen algunos. -¿Quiere decir que descarta una renuncia de Cavallo? -La verdad es que no la veo porque se han tomado determinadas normas, y esas son las que se van a llevar adelante. Claro, como las cosas están duras y son difíciles, todos quieren sacarse la responsabilidad de encima y tirársela a otro, pero sería muy injusto plantear que los problemas dependen de una persona. Que cada uno se ponga encima la responsabilidad que le corresponda ¿no?, los intendentes, los gobernadores, los diputados, los senadores, los ministros, todos. -El PJ ya reclamó al Poder Ejecutivo que rehaga el presupuesto para el año próximo y presentó una iniciativa para reprogramar los pagos de la deuda externa. ¿Después de los comicios todo será peor aún? -Los diputados pueden pedir cualquier presupuesto. Después tendrán que votar de acuerdo a la ley de déficit cero, que ellos ya votaron. La lógica es que el presupuesto sea coherente con esa ley. De lo contrario, sería ridículo. -Algunos legisladores ya plantean derogar la ley de déficit cero porque dicen que es incumplible. -Bueno, no la cumplirán ellos; nosotros la vamos a cumplir. -¿Qué opinión le merece el movimiento lanzado por Elisa Carrió? -Espero que el movimiento que está construyendo tenga bases sólidas. La experiencia de los últimos años no es buena. Porque se junta muy rápido, se junta gente de distintos lugares; ya se planteó como candidata a presidente. Yo creo que estas cosas llevan su tiempo de maduración y esas experiencias no deben ser más frustrantes. Pero no tengo opinión. Hace su camino político y me parece bien.
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