Las estrechas callejuelas que atraviesan los canales de Amsterdam dibujan la silueta de una ciudad caracterizada por flores coloridas, casas con fachadas inclinadas y bicicletas.
También llamada "la Venecia de los Países Bajos", la capital holandesa es una ciudad construida, en gran parte, sobre tierra ganada al río. Ubicada en las orillas de los ríos Ij y Amstel que la divide en dos, crea una curiosa estructura de canales, donde emergen las originales casas flotantes.
La ciudad europea cuenta con una intensa actividad cultural que se desarrolla dentro de sus 42 museos y una arquitectura singular configurada por calles estrechas que obligan a los habitantes a trasladarse en bicicleta. Sobresale también porque posee exquisitos talleres para el tallado de diamantes.
La superficie urbana cuenta con 1.281 puentes que cruzan 165 canales.
Recorrido a pie
Las caminatas permiten descubrir la ciudad hasta en lo más recóndito. Desde la Estación Central se abre la gran ciudad. De espaldas al puerto marítimo se encuentra la emblemática plaza de Dam, explanada principal de la urbe, ubicada entre dos arterias: Damrak y Rokin, donde está el dique Dam, sobre el río Amstel.
Aquí se levanta el antiguo Ayuntamiento, convertido por Luis Bonaparte en Palacio Real, y la Iglesia Nueva o Iglesia de Santa Catalina, donde tienen lugar las coronaciones de los monarcas holandeses.
Allí quedó fundada Amsterdam en el siglo XIII y se construyó un dique (en neerlandés dam), sobre el río Amstel, de donde proviene su nombre.
El campanario de Westerkerk o Iglesia del Oeste, el templo protestante más importante, es uno de los emblemas de la ciudad. Construida entre 1519 y 1631 en ladrillo y piedra, la torre del campanario se eleva a 85 metros. Esbozada por Rembrandt, remata con la corona imperial austríaca sobre las tres cruces de San Andrés. En el interior de la basílica yacen los restos del pintor.
Las vías fluviales, rodeadas de verdes asombrosos, reflejan cinco siglos de gloria arquitectónica. Nada mejor entonces que un paseo por las pequeñas callecitas con vistas que han inspirado durante generaciones a los pintores.
No hay mejor forma de orientarse que una excursión por los canales. Los barcos de excursiones circulan durante todo el año. Las posibilidades varían desde una a 4 horas de recorrido, con cena iluminada por velas. También se puede ir en bicicleta acuática por el canal Bus, en el barco de los museos Museumboot o en taxi acuático.
Al noroeste, rodeada de canales, las luces rojas y el bullicio anuncian al Barrio Rojo, en pleno centro de la ciudad, donde las prostitutas se exhiben detrás de escaparates y los bares no paran de servir cerveza.
En materia de drogas la ciudad permite la venta de estimulantes en los locales denominados "coffe shop".
Oleos famosos
Holanda tiene más museos por metro cuadrado que cualquier otro país del mundo, y Amsterdam, está orgullosa de contar con nada menos que 42 de los más bonitos. En la plaza de los museos, a muy poca distancia el uno del otro, se encuentran los tres más grandes: el Rijksmuseum, el Van Gogh Museum y el Stedelijk Museum. El primero, es la casa habitual de la famosa "Ronda de noche" y de una excelente compilación de las obras de Rembrandt. Además dispone de la colección más importante de maestros holandeses.
En el museo Van Gogh se encuentran 200 lienzos de pinturas y dibujos del eximio pintor, que ofrecen una fantástica idea de su vida y obra. Asimismo, el Stedelijk Museum presenta más de 1.000 obras modernas desde el año 1850 hasta el presente; desde el impresionismo y expresionismo hasta pop y minimalismo. Se pueden ver obras, entre otras, de Cézanne, Chagall, Picasso y Monet.
Además de las obras de arte, los fanáticos de la cerveza tendrán la oportunidad de conocer la fábrica de Heineken, una de las marcas holandesas más importantes. En la cervecería se realizan visitas guiadas que culminan con una degustación del producto junto con los exquisitos quesos del lugar.
Conocida por la cantidad de puestos callejeros, uno de los más coloridos es Bloemenmark, el mercado de las flores flotantes. Allí se pueden adquirir todas las clases y semillas de los típicos tulipanes holandeses.
Taller de diamantes
Desde que se introdujo el comercio de diamantes en el siglo XVI, la ciudad se ha desarrollado como uno de los centros más importantes del mundo. Después de la II Guerra Mundial casi no quedó nada. Desaparecieron más de 2.000 talladores judíos de diamantes en los campos de concentración de Alemania y Polonia.
A pesar de todo, el comercio de las piedras preciosas resurgió nuevamente y hoy esta piedra atrae a millones de turistas y compradores de todo el mundo.
En Amsterdam se puede visitar el Amsterdam Diamond Center, Van Moppes Diamonds, Stoeltie Diamonds, Gassan Diamonds y Coster Diamonds. Muchos fueron tallados en Amsterdam, como el reconocido "Cullinan", el diamante más grande, y el "Koh-I-Noor" o Montaña de Luz, pulido para las joyas de la corona británica en el año 1852. También, el diamante más pequeño del mundo, con tan sólo 0,00012 quilates aunque con 57 caras, se pulió en Amsterdam.
Algo más que un zoo
Un oasis de tranquilidad en medio de la concurrida y ajetreada vida de Amsterdam es el parque Artis. Allí se pueden admirar miles de animales de todas partes del mundo. El parque merece visitarse aun en las condiciones climáticas menos propicias. Artis no es tan sólo un parque zoológico sino también acuarium, planetario, museo geológico y zoológico e invernadero.
Las cebras y los avestruces trotan dibujando meandros similares a los canales de Amsterdam. También los lobos plateados encuentran aquí un hábitat natural. Los visitantes pueden atravesar el parque de agua y rocas gracias a un puente transversal para peatones.
En el Planetario se ofrecen proyecciones sobre el cosmos, mientras que en el museo geológico se encuentra la exposición multimedia sobre los procesos geológicos que dieron vida a la Tierra, llamada "Genesis in Artis".
La ciudad atravesada por canales, como Venecia, permite conocer costumbres distintas, una arquitectura caracterizada por casitas a dos aguas y las bicicletas que inundan todos los rincones.