Agua dulce, agua salada. Mar, río y piscinas enmarcan una zona de atrapante belleza que esconde su silueta a unos 120 kilómetros al sur de Río de Janeiro. Allí se levanta el Club Med Rio das Pedras, una irresistible combinación de playas de aguas cálidas, excelente gastronomía y exultante entorno natural, que sumados a la posibilidad de conocer nuevos amigos y una amplia propuesta recreativa, se presenta como el destino ideal para los pasajeros senior.
¿Quién no se anima a escaparse una semana al paraíso? Noviembre y marzo son los meses recomendados para visitar el complejo brasileño, ya que el calor no suele ser tan intenso y esto permite disfrutar a pleno las excursiones.
Club Med Rio das Pedras es un sitio cargado de color, aromas y belleza. Pero, para arribar al paraíso, primero hay que volar a Río de Janeiro (aproximadamente dos horas de avión desde Ezeiza), y luego trasladarse en bus, simpatía carioca mediante, hasta el complejo. El tiempo del viaje terrestre es de aproximadamente una hora y media.
La villa turística está ubicada en el corazón de la segunda reserva ecológica más grande de Brasil. La región se caracteriza por abundante vegetación que combina distintos tonos de verdes, con especies protegidas por ley de deforestación.
Deliciosos tragos
El complejo dispone de 324 bungalows de estilo colonial -todos de edificación baja, ideal para mayores- dos restaurantes que ofrecen exquisiteses gastronómicas del menú internacional y tres bares que seducen con sus deliciosos tragos.
Los parques aledaños permiten emprender caminatas que suelen terminar con un chapuzón en la piscina o en el mar; rutinas de gimnasio con aparatos; partidos de tenis o voley, y navegación a vela. Por la noche la escala obligada para los viajeros senior es el nigth club, para demostrar que la juventud se lleva en el alma. Allí la diversión y la buena onda están garantizadas para todas las edades. Para cerrar una velada inolvidable nada mejor que trasladarse a la playa para escuchar el inconfundible sonido de las olas y perder la vista en el mar todavía oscuro.