Los grandes estudios cinematográficos de Hollywood reforzaron sus medidas de seguridad debido a un alerta del FBI (Oficina Federal de Investigaciones) sobre un posible atentado a sus instalaciones. El diario Daily Variety destacó que la mayoría de los accesos a los estudios fueron cerrados, se plantaron algunas barricadas, se sumaron policías y las visitas de los turistas fueron, en algunos casos, suspendidas.
"Son amenazas que todavía no pudieron ser confirmadas", dijo Cheryl Mimura, portavoz del FBI, para agregar: “Las versiones dicen que un estudio cinematográfico de California podría ser blanco de un ataque terrorista en respuesta al posible bombardeo de Estados Unidos contra Afganistán. Y parece una amenaza para tener en cuenta”.
Según reconocieron fuentes de 20th Century Fox, Sony Pictures, Walt Disney, Universal y Warner Bros, cinco de los estudios más grandes, hace ya unos días que están circulando en forma interna las nuevas pautas de seguridad. La Metro-Goldwyn-Mayer planeaba acabar el diseño de su estrategia de alerta entre ayer y hoy, y comunicársela a sus empleados.
Así y todo, la Universal mantendrá las lucrativas visitas turísticas a sus estudios, pero con "la seguridad aumentada y reforzada", dijeron desde la compañía. Por su parte, la Warner Bros. cerró tres accesos a sus estudios Burbank. Aseguró además que instalará detectores de metales y aparatos de rayos-X, y no dejará entrar ningún vehículo que no haya sido revisado.
En tanto, la Fox les comunicó a sus empleados que deberán estar sujetos a largas esperas para ingresar en las instalaciones de la empresa, y que por eso deberán quedarse en el lugar de trabajo más tiempo del normalmente estipulado. Finalmente, la Sony buscó directamente ayuda en la policía local para vigilar sus estudios.
Un cambio de estrategia
La semana pasada los atentados obligaron a los estudios a rever sus proyectos cinematográficos que hacían alguna mención al terrorismo. Redes de televisión, muchas de ellas ligadas directamente a los estudios mencionados, perdieron millones de dólares en anuncios que dejaron de ir al aire. El perjuicio acabó repercutiendo también en los mercados de acciones norteamericanos, donde la incertidumbre derrumbó la mayoría de los papeles de las empresas de entretenimiento.
Los atentados terroristas en Estados Unidos no sólo hicieron que las compañías cinematográficas y televisivas cambien sus estrategias comunicacionales. Las grandes productoras de discos también se vieron interpeladas a modificar sus planes para el futuro cercano. La banda americana The Strokes sacó de la lista de temas de su próximo álbum, "Is This It", el corte "New York City Cops", debido a los incidentes del pasado 11 de septiembre. La canción, considerada por los propios músicos como "inapropiada", será sustituida por "When It Started", se rumorea que a pedido de la RCA. El disco será lanzado el próximo 9 de octubre.
Otra de las compañías discográficas que está aprovechando el resurgimiento del nacionalismo norteamericano es Arista Records. Ya están las máquinas calentando para relanzar la versión del himno de los Estados Unidos denominada "The Star Spangler Banner" en la voz de Whitney Houston. Parte de las ganancias serán para mitigar las penurias de los familiares de las víctimas del atentado.
Una ceremonia en apuros
Pero los problemas no se circunscriben al presente sino que se proyectan hacia el futuro. La Academia de Hollywood, que entrega cada año los premios Oscar, vio incrementada su preocupación por la seguridad del evento del año próximo a partir de los atentados terroristas de la semana pasada, en especial teniendo en cuenta que la ceremonia de 2002 se celebraría en un nuevo escenario, el flamante Teatro Kodak de Hollywood, propiedad de la misma Academia.
Según el diario USA Today, los organizadores de la entrega de la estatuilla, prevista para el 24 de marzo, vienen teniendo problemas ya desde antes de los ataques con la compañía encargada de montar el proyecto de la nueva sala. "Somos optimistas, dado que hemos pasado los últimos años anticipando este regreso a Hollywood, pero es complicado", admitió la portavoz de la Academia, Leslie Unger. "La seguridad es una de las cuestiones clave a negociar, la otra es la logística", dijo.