Usaban copias y solicitaban préstamos para pasivos fantasma

Estafan a financieras con recibos truchos de jubilados provinciales

Se descubrió desde la Caja de Jubilaciones de la provincia, que esta vez no resultó perjudicada

La Caja de Jubilaciones y Pensiones de la provincia detectó una nueva modalidad delictiva. Esta vez se trata de estafas producto de créditos que fueron solicitados mediante recibos de sueldo truchos de jubilados fantasma. Las entidades que preliminarmente aparecen defraudadas por la maniobra son la Mutual de Empleados Públicos (Amep) y tres financieras de Santa Fe. Pese a que en esta ocasión la Caja no resultó perjudicada, su titular, Fernando Bondesío, no dudó en afirmar que "desde adentro o desde afuera" la repartición provincial "siempre es utilizada para estafar a alguien".
La operatoria fue descubierta gracias a los estrictos controles que la Caja de Jubilaciones viene llevando adelante. En este caso, el cruzamiento de datos informáticos permitió corroborar las sospechas que ya tenían la mutual y las entidades financieras.
En uno de los capítulos de la increíble "historia delictiva", como la definió Bondesío, la Amep detectó que en marzo pasado se le había presentado un recibo de sueldo para obtener la afiliación y un posterior crédito a nombre de un jubilado inexistente.
Lo curioso es que en ese mismo recibo ya constaba el descuento correspondiente al mes de febrero en concepto de afiliación a la entidad.
Presuntamente, se usaron fotocopias apócrifas muy similares al recibo de sueldo de cualquier empleado público o beneficiario provincial. Fue ese parecido el que alertó a Bondesío sobre la conveniencia de investigar, al margen de las actuaciones que pudiera realizar la Justicia, si puede existir algún nivel de complicidad con la maniobra desde el propio interior de la Caja.
Otro caso notorio de la estafa ocurrió cuando dos financieras le reclamaron a una mujer el pago de un préstamo que en realidad nunca había contraído y luego de seis años del supuesto otorgamiento. Más tarde la damnificada pudo incluso comprobar que la foto del documento presentado junto a la solicitud del crédito ni siquiera coincidía con la suya.
En rigor, se trata de estafas perpetradas por gente que presentaba fotocopias de recibos de sueldo de jubilados inexistentes a los que se dibujaba un alto ingreso mensual para poder solicitar un mayor monto de crédito.
Las fotocopias truchas de los supuestos jubilados del organismo previsional presentaban una serie de falsedades, entre ellas claves inexistentes, beneficiarios no afiliados a la Caja, direcciones de localidades lejanas, códigos fantasma, descuentos de mutuales no solicitados y hasta sellos del escudo provincial y del cajero del banco falsificados.
"Es llamativo observar la dedicación que tuvieron los que idearon la maniobra delictiva al no dejar ningún detalle al azar", reflexionó el director de la Caja, quien prometió investigar para descartar cualquier participación en la estafa desde adentro del organismo.

El titular de la Caja, Fernando Bondesío, está investigando.