Londres. - Los gobiernos extranjeros reaccionaron sin demora al discurso del presidente estadounidense, George W. Bush, en el que manifestó que el mundo debía elegir "entre nosotros o los terroristas", pero la respuesta no estuvo cerca de ser clara. "O están con nosotros, o están con los terroristas", dijo Bush a los gobiernos extranjeros. El primer ministro británico, Tony Blair, quien se encontraba entre los presentes dando muestras de aprobación mientras Bush preparaba al pueblo estadounidense y al mundo para una larga batalla, podría ser la excepción y no la regla en la búsqueda de apoyo a la campaña de EEUU. Blair había reiterado anteriormente su compromiso de apoyar a EEUU y las fuerzas británicas comenzaron a prepararse para un posible ataque estadounidense.
Sin embargo, muchos líderes manifestaron preocupación a medida que EEUU estructura su coalición tras los atentados del 11 de septiembre. El primer ministro turco, Bulent Ecevit, brindó su total cooperación pero ayer manifestó preocupación ante el impacto económico internacional que ocasionaría una prolongada incertidumbre.
Medio Oriente, donde el apoyo estadounidense a Israel es un obstáculo a los esfuerzos por incorporar a los Estados musulmanes a la coalición, ocupa un lugar preponderante. "Combatir al terrorismo solamente con armas no resolverá el problema por completo, mientras exista ira entre los oprimidos", dijo el primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, en declaraciones citadas por la agencia estatal de noticias Bernama.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Hubert Vedrine, dijo que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas podría considerar imponer sanciones a los países que se nieguen a cooperar con EEUU en la lucha contra el terrorismo.
Renuencia árabe
En Medio Oriente, aún los países árabes que son fuertes aliados de EEUU enfrentan el dilema de elegir cómo responder a la crisis. El secretario general de la Liga Arabe, Amr Moussa, dijo que los árabes no participarán de ninguna campaña de represalias por los atentados si Israel forma parte de esos esfuerzos. "No es posible que los Estados árabes se unan a un esfuerzo regional o internacional en el que participe Israel, porque Israel está matando al pueblo palestino", dijo a la televisión al-Jazeera, en una transmisión vía satélite. Agregó que los países árabes impusieron en 1990 una condición similar cuando EEUU formaba una coalición para expulsar a las fuerzas iraquíes de Kuwait. Un grupo militante islámico amenazó con atacar con "puño de hierro" a los Estados árabes del Golfo si ayudan a EEUU a invadir Afganistán, informó la televisión al-Jazeera.
China no formuló comentario alguno de inmediato, pero dijo que no permitiría que Bin Laden ingresara a su territorio desde el vecino Afganistán, donde se presume que se encuentra. Filipinas dijo que permitiría que EEUU utilice sus bases pero que es poco probable que envíe tropas para apoyar el ataque. La presidenta Gloria Arroyo dijo que le tomará algunos días dar una respuesta.
El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, declaró que se reunirá el martes con Bush en Washington para ofrecer el pleno apoyo de Tokio a la "guerra contra el terrorismo".
A su vez, el presidente ruso Vladimir Putin permaneció silencioso esta semana mientras otros dirigentes mundiales ofrecían su apoyo o planteaban sus reservas acerca de los planes de EEUU para hacer frente al ataque terrorista. Su silencio impidió a Washington determinar cuál será la crucial posición de Rusia respecto al terrorismo. Putin se fue de vacaciones al balneario de Sochi, en el mar Negro, donde se encerró con sus asistentes para trazar la estrategia de Rusia con vista a un importante viaje que deberá emprender la semana próxima rumbo a Alemania. Entretanto, su canciller Igor Ivanov visitó Washington y prometió el pleno respaldo de su país para los EEUU. Pero el ministro de Defensa Sergei Ivanov dijo que no veía la posibilidad de que Rusia hiciese una contribución militar a los planes norteamericanos. (Reuters y AP)