Pablo Mihal
Fue un empate con sabor a derrota. Gimnasia desperdició anoche la oportunidad de continuar en carrera en este Torneo del Interior, ya que no logró sacerle ventaja a Tala, que con mucha actitud logró conservar un empate que le permitió acceder a la siguiente ronda. Gimnasia estuvo a tiro, pero no supo cómo inclinar la balanza a su favor. Tuvo una actitud digna de destacar, cosa que no mostró en otros partidos, pero no le alcanzó. El partido tuvo un ritmo intenso durante los ochenta minutos, donde lo mejor se vio en el primer tiempo, ya que en el segundo todo fue más lucha que juego. Desde el minuto cero no se dieron tregua. Gimnasia aguantó el arranque de Tala y respondió atacándolo. Presionó adelante y así comenzaron a evidenciarse los primeros errores del conjunto cordobés, y de hecho su vulnerabilidad. Los forwards mens sana jugaron un partidazo en el primer tiempo. Muy concentrados llegaron a los reagrupamientos y cuando tuvieron que defender dejaron la vida en cada pelota. Con el correr de los minutos empezaron a aparecer los errores, propios del nerviosismo cuando se está ante una etapa decisiva. Después de los veinte minutos del complemento, cuando este tipo de partidos comienzan a definirse, Gimnasia comenzó a presionar y la visita a sentir esa presión. Los locales atacaron y atacaron, pero no lograron trasladarlo al marcador, ya que enfrente estaba Tala. Un equipo que nunca se entregó y que trató de sacar provecho de sus virtudes. Tuvo en Facundo Soler al hombre que le manejó los hilos correctamente, poniendo a su equipo en ataque o bien colaborando en defensa. En ese contexto Gimnasia tuvo varias oportunidades como para llevarse el partido, de hecho cuatro penales errados (algunos de los cuales de posiciones muy factibles) hubieran cambiado la historia. Esas oportunidades que la gente del Parque Independencia tuvo y no supo aprovechar hizo que, a la postre, la ilusión de estar en las semifinales de les escurriera como agua entre los dedos.
| |