Newell's. Táctica y juego

Llop mezcló trabajo y risas para aliviar tensiones

Gustavo Conti

Una hora y pico de tiros libres y más tiros libres, concentración, repetición y búsqueda de la precisión. Media hora de partido-juego, de distensión plena, como un hálito fresco luego de soportar una semana con la presión de los resultados adversos encima, como si la relajación fuera necesaria para que la alta tensión no le juegue en contra mañana, a la hora de la verdad. Llop, Reinaudo, Pautasso, Tognarelli, los mismos utileros y hasta el doctor Astore se prendieron al maxipicado de 13 contra 13 en mitad de una de las canchas de Bella Vista. Y hasta hubo definición por penales para dirimir al ganador, que no fue otro que el equipo del Chocho, como debía ser.
La crónica detallada, la información objetiva, pasó entonces también a segundo plano. Hasta el momento en que Llop se sacó el pantalón largo y se calzó la pechera azul, todo había sido trabajo táctico, repitiendo hasta el hartazgo jugadas de pelota parada. Tiros libres por aquí, tiros libres por allá, centros o disparos al arco, con monólogos de Maximiliano Rodríguez y Crosa a la hora de embocarla.
Hasta allí, aplicación y máxima concentración. Luego, risas y más risas, pero eso sí, tratando de ganar. "Ya lo habíamos planeado el miércoles", dijo luego Llop, "el único que se olvidó fue Astore, que no se trajo la ropa adecuada y entonces hizo de árbitro".
No fue casualidad que el miércoles ya el técnico había pensado esta práctica. Es que ese día, algunos jugadores tuvieron roces y el clima no era el mejor. Si el objetivo era lograr apaciguar los ánimos y generar un ambiente propicio para afrontar un partido tan importante como el de mañana, se puede decir que ayer lo logró.
El partido, que duró unos 45 minutos, mostró algunas cosas para llenar el anecdotario. Terminó 5 a 5 y lo definieron por penales. Claro que el juez Astore, muy identificado con el estilo que consagró Lamolina, dirigió claramente para el equipo de Llop, anulándole un gol a Gigena y retando continuamente a los rivales, como a Tognarelli, quien tuvo una de cal y una de arena: marcó un gol tras asistencia del utilero Pablo Testa (quien antes quiso hacer una rabona y se hizo foul sólo) y Ozafrán lo sacó de la cancha al golpearle los tobillos.
Llop, al principio no agarraba una y jugó de líbero, pero después terminó casi de delantero y muy dolorido de la rodilla derecha operada. Mientras, Pautasso parecía más dúctil con su zurda que en sus tiempos de profesional y el utilero Pancho Aquilano demostró sus virtudes como wing derecho, mandando centros muy precisos. Eso sí, estaba siempre de chupamate. Y el profe Reinaudo, quien puso como excusa que había corrido 45 minutos por la mañana, en realidad con la pelota mostró pocos conocimientos y terminó cargado por los futbolistas.
Entre táctica y juego, Newell's se preparó para enfrentar a Colón. ¿Si gana habrá fútbol recreativo todos los viernes?

Llop dejó las carpetas y se prendió en un picado.