Rufino. - Nueve comunas del sur provincial decidieron unirse para potenciar el despegue de la región que comparten, a través de la búsqueda común de recursos económicos y humanos. Para demostrar que su determinación de confluir en un proyecto compartido era sólida, elaboraron un plan estratégico para analizar las fortalezas y debilidades de la zona que afronta una singular crisis hídrica.
La Asociación del Sur-Sur Santafesino está integrada por los municipios de Rufino, Christophersen, Amenábar, Lazzarino, Aarón Castellanos, Diego de Alvear, Sancti Spíritu, San Gregorio, María Teresa y San Eduardo, además de la Sociedad Rural y la Asociación de Productores del Sur Santafesino. El grupo es heterogéneo en lo político, multisectorial, sin fines de lucro y se asume como un legado de las consecuencias que deja la crisis del agua en la zona.
El nucleamiento surgió ante la necesidad de canalizar los créditos de recuperación productiva que disponen de un millón de pesos para ser distribuidos entre los productores agropecuarios declarados en emergencia; los fondos están destinados a proyectos de carácter asociativo para la actividad ganadera, y deben ser reintegrados y aplicados nuevamente en esa región.
Según sus integrantes, el nombre de la asociación permite acuñar una identidad en base a la posición geográfica ya que todos los distritos que la integran tienen como límite norte a la ruta nacional 8.
Para sus integrantes la premisa es "trabajar con los generadores de recursos productivos de la región, aportando los medios técnicos, políticos y humanos necesarios, a fin de lograr la integración y el desarrollo, dentro del consenso y la igualdad de oportunidades, para formar una microrregión con gravitación nacional, para ser aval y sello de todas las actividades productivas de la región".
El debe y el haber del proyecto
Para encarar la tarea se hicieron diagnósticos en contextos específicos y generales, que relevaron items como ambiente físico, demográfico, económico, tecnológico, cultural, político y legal; además de variables como clientes, proveedores, competidores potenciales y demás organizaciones.
A la hora de enumerar oportunidades, los representantes de la Asociación Sur-Sur enumeraron: rendimiento de los cultivos por el régimen de lluvias, posibilidad de explotaciones alternativas, acumulación de capital para la realización de nuevas inversiones, y disponibilidad de un amplio mercado en la zona. Además de predisposición para incorporar nuevos servicios y para lograr una uniformidad normativa tributaria urbana y regional.
Mientras que las debilidades apuntadas fueron la ausencia de mecanismos generadores de recursos propios, la falta de organización interna, el recambio de autoridades conforme a la coyuntura electoral, la escasa vinculación con el sector privado y el déficit de capacitación para encarar los objetivos planteados.
La Asociación Sur-Sur también apuntó los escollos de la zona: alto riesgo de inundación, concentración de agua sin salida, mal escurrimiento, suelos impermeables, y caminos rurales anegado.
Además de migraciones internas por la pobreza, aumento del desempleo, y la saturación de la capacidad prestadora de los servicios comunitarios. También se computa como negativo el incremento en el cierre de industrias y comercios, la pérdida de inversiones por las altas tasas de interés, la alta carga impositiva sobre pequeñas y medianas empresas, y las elevadas tarifas de transporte de la producción por larga distancia.