Año CXXXIV
 Nº 49.247
Rosario,
sábado  22 de
septiembre de 2001
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El golpe de gracia: Los necios que también razonan

Silvio M. Valli

Mucha gente habla sobre lo que leyó en Clarín, pero piensa como Radio 10. Así, sin saludarme y a modo de reflexión vespertina, mi Outsider me asombró con ésta, su verdad.
Tiene razón, Out, fíjese que Chiche Gelblung, que tiene su programa por la radio del inefable Hadad, solicitó el cierre del Teatro Colón, su posterior demolición y conversión del predio en una plaza pública, proponiendo que el Estado lleve todos los años a las 200 familias de abonados a ver ópera a Europa, lo que resultaría más económico que mantener la sala abierta. Los motivos son un supuesto elitismo que le adjudica torpemente a nuestro primer Coliseo y el presupuesto que demanda su mantenimiento.
El pensamiento de este "periodista" amarillo merecería figurar en el libro "Historia de la estupidez humana", de Paul Tabori, donde en su última página y luego de la palabra Fin, hay un acápite que reza "...pero la estupidez humana no tendrá fin".
Pruebas al canto. En La Capital del miércoles 19/9/01 ese excepcional músico que es Karlheinz Stockhausen, uno de los genios de la música contemporánea, refiriéndose a los atentados en los EEUU declaró: "¡La mayor obra de arte que haya existido jamás!".
Y en una estúpida y necia vuelta de tuerca agregó "que unos espíritus hayan conseguido realizar, en un solo acto, algo con lo que ni siquiera podemos soñar en la música. Que personas ensayen como locos durante diez años -otalmente- fanáticos, para ¡un solo concierto y luego morir!".
Stockhausen, reiteró, yo no podría: "Comparado con esto, los compositores no somos nada". Y aportando a la confusión general otros elementos, prosiguió: "Mi intención es recordar el papel de la destrucción (sic) en el mundo del arte".
Stockhausen como Gelblung (perdón por la asociación), uno, genial músico, y el otro, periodista carroñero, hermanados por la estupidez y la necedad. Los extremos se tocan.
"Los necios más grandes, más peligrosos e insoportables son los que razonan". Christoph Martin Wieland (1733-1813), escritor alemán.


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