Rodolfo Bella
Intérpretes: Carmen Maura, Emilio Gutiérrez Caba, Sancho Gracia, María Asquerino y Paca Gabaldón. Guión y dirección: Alex de la Iglesia. Duración: 110 minutos. Género: comedia negra. "La comunidad" es una combinación de horror, humor y comedia costumbrista. El director Alex de la Iglesia vuelve a mostrar el ingenio que tuvo en su filme "El día de la bestia", pero esta vez sin el ingrediente sobrenatural, sino en una producción donde el clima siniestro ocupa todo el relato. Tal como lo había hecho también en "Acción mutante" (cronológicamente su primera película), donde relata las oscuras aventuras de un terrorista embarcado en una orgía de sangre y codicia, y en "Muertos de risa" (la sangrienta relación de dos arribistas conductores de un ciclo televisivo), De la Iglesia hace un repaso casi desacralizado de los géneros de terror, comedia y suspenso. Entre los homenajeados en "La comunidad" están Alfred Hitchcock, el artesano del terror como Roman Polanski y otros cultores de la comedia al estilo de Howard Hawks. El cineasta parecía haberse desviado del estilo bizarro que le había dado celebridad y una corte de admiradores cuando rodó "Perdita Durango", un filme en el que la industria cinematográfica parecía haberle ganado la pulseada. No obstante, esa narración tenía los ingredientes dramáticos que son condición de su filmografía: dos delincuentes santurrones y secuestradores al frente de una operación en la frontera de México con Estados Unidos que debía transportar un cargamento de fetos. En "La comunidad" De la Iglesia recuperó el rumbo. El director narra las aventuras de una agente inmobiliaria, Julia, a cargo de Carmen Maura, que halla 300 millones de pesetas -casi dos millones de dólares- en un edificio, pero no puede salir de él porque todos los vecinos la esperan para matarla y quedarse con el dinero. Julia es una vendedora mediocre, oportunista y ambiciosa, que un día, usando para su provecho y el de su marido un departamento que está encargada de mostrar, encuentra el dinero en la casa de un vecino muerto de vejez hace ya varios meses. Los vecinos, un grupo de personajes tan oscuros como la vendedora que esperaban desde hacía años la oportunidad de quedarse con el dinero del anciano, tratarán por todos los medios de impedir que Julia abandone el edificio con la fortuna. El filme hace gala de un clima claustrofóbico y ambivalente, donde la codicia y la maldad usa sus mejores disfraces, al modo de las perversas intrigas que supo mostrar Roman Polanski en "El inquilino" y "El bebé de Rosemary".
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