El 43 por ciento de los alumnos del tercer ciclo de la EGB del Instituto Politécnico no dijo ayer "presente" en los festejos del Día del Estudiante. Pero sí lo hizo en las aulas. Y la misma suerte corrieron los estudiantes de la Universidad Abierta Latinoamericana, ya que la institución festejó anteayer, mientras que ayer sus estudiantes volvieron a retomar los libros. En cambio, el resto de las universidades privadas suspendió sus actividades. Los alumnos de 7º, 8º y 9º año del Poli salieron de sus casas una hora antes que sus pares de otras escuelas y, a diferencia de ellos, no vistieron pantalones cortos, no llevaban sandwiches o gaseosas y, por supuesto, tampoco se veían tan sonrientes. Es que las autoridades del establecimiento dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) consideraron necesario levantar el asueto del Día del Estudiante para recuperar los días de clase perdidos por los paros que dispuso el gremio docente. No obstante, más de un polichico resistió la medida. El 57 por ciento de los alumnos no dudó en pegarse un faltazo y sumarse al más tradicional de los festejos juveniles. Los más grandes tomaron la punta: en el noveno año el ausentismo llegó casi al 60 por ciento, mientras que en séptimo sólo faltó el 25 por ciento de los alumnos. En cambio, en el Superior de Comercio no se dictaron clases y las doce facultades de la UNR tuvieron libertad de acción para sumarse o no al asueto. Así, Humanidades abrió sus puertas, aunque sólo se dieron algunas materias. En cambio Derecho, Medicina, Ciencias Económicas e Ingeniería permanecieron vacías. Y lo mismo hicieron las universidades privadas, a excepción de la UAI, que marcó la diferencia. Las autoridades de esta casa de estudios determinaron que el Día del Estudiante se festeje por adelantado y, en consecuencia, organizaron anteayer un encuentro deportivo en el club Universitario. La jornada reunió a unos 500 jóvenes que participaron de torneos de fútbol, vóley y clases de gimnasia. Eso sí, quienes prefirieron no sumarse al evento, donde se tomó estricta asistencia, tuvieron que ir a clases. La misma exigencia tuvieron que cumplir ayer. Y así lo hicieron, ya que contrariamente a lo que podría pensarse, desde la administración de la UAI indicaron que el presentismo de los alumnos osciló entre el 60 y el 70 por ciento. De esta manera, muchos estudiantes vivieron, por distintos motivos, un 21 de septiembre atípico. Lo hicieron dentro de las aulas, con sus profesores al frente y los libros abiertos. Al menos hasta que finalizó la jornada, y seguramente salieron corriendo de las escuelas para sumarse al festejo de sus pares.
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