Para la mayoría de los actores, ganar un premio Oscar significa éxito y fama asegurados. Sin embargo, para la actriz Marisa Tomei, premiada en 1993 por la comedia "Mi primo Vinny", el galardón ha sido una fuente de polémica, confusión y frustración. Tomei, quien entonces sólo había rodado dos películas, se impuso ante actrices veteranas como Vanessa Redgrave, Judy Davis, Joan Plowright y Miranda Richardon. El galardón sin dudas cambió su vida, pero le dejó un sentimiento de inseguridad y vulnerabilidad. "El rumor de que el presentador había leído el nombre equivocado fue muy doloroso. Perdí la confianza en mí misma y todavía no sé si la he recuperado", afirmó la actriz, nativa de Brooklyn, Nueva York. "Fue muy doloroso sentirme rechazada de esa forma por la comunidad artística de Hollywood. Pero la vida continúa", concluyó Tomei, quien en los próximos seis meses aparecerá en tres producciones cinematográficas: "Happy Accidents", "Just a Kiss" y "The Guru". Asimismo, Tomei rodó junto con Ashley Judd la comedia romántica "Alguien como tú", estrenada recientemente. El filme llevó a que Mel Gibson se convenciera de que era la actriz ideal para encarnar a Lola, la muchacha de la cafetería que es seducida por el protagonista, en su película "What Women Want". Este mes se estrenó además "In the Bedroom", filme en el que Tomei interpreta a una madre de dos niños que debe elegir entre su marido abusivo o un nuevo y joven amor. Esta cinta es pequeña en relación a las producciones de Hollywood, pero a la actriz no le importó. "Siempre sentí una presión interior que me impulsa a hacer buenas películas. Creo que mi gusto no es muy comercial. Nunca sentí la necesidad de probar nada, sólo me interesa hacer roles interesantes", comentó. Hija de un abogado y una profesora de secundaria, Marisa nació el 4 de diciembre de 1964, la cuarta generación de italianos-estadounidenses. Su abuela, Rita, fue quien ejerció la mayor influencia en la actriz. "Ella tenía una gran alegría de vivir", recordó. Tanto ella como su hermano Adam -quien actuó en "Día de la independencia" y "El show de Truman"- se sintieron atraídos hacia la actuación desde una temprana edad. "Siempre supe que quería ser actriz", afirmó la actriz. Tras ser contratada para actuar en la telenovela "As the World Turns", Tomei decidió abandonar sus estudios universitarios. Al mismo tiempo, fundó una compañía teatral que incluía los nombres de actores como Fisher Stevens, Matthew Broderick y Sarah Jessica Parker. "Marisa es sumamente curiosa", comentó Stevens, quien produjo "In the Bedroom" y dirigió a la actriz en "Just a Kiss". "Siempre busca hacer cosas nuevas. Si le digo que planeo hacer un musical, ella va inmediatamente a tomar clases de canto. No es fácil encontrar a alguien con ese tipo de fuego interior", dijo. En 1991, fue elegida para interpretar a la hija malcriada de Sylvester Stallone, en la comedia "Oscar". Poco después le llegó el turno a "Mi primo Vinny". "El libreto estaba muy bien escrito, el personaje saltaba de las páginas", aseguró Tomei. Su actuación le robó el plano protagónico a Joe Pesci. Inmediatamente después, las ofertas comenzaron a llover, algo a lo que Tomei no estaba todavía acostumbrada. "A los 27 años, todavía no conocía la naturaleza de la industria, no tenía ninguna experiencia", recordó. Los años siguientes, Tomei eligió roles que pusieron de manifiesto su talento a pesar de no haber sido grandes éxitos de taquilla. En "Chaplin" (1993), personificó a la estrella del cine mudo Mabel Normand, mientras que en "Untamed Heart" (1993), interpreta a una mujer que busca desesperadamente el amor. En 1994, rodó "El diario" y en 1996, se estrenó "Unhook the Stars", en la que personifica a una bebedora madre soltera. "Marisa tiene una talento especial para las comedias, ella es divertida, inteligente y glamorosa", afirmó Lynda Obst, productora de "Alguien como tú". Entre película y película, Tomei regresa a los escenarios. En 1998, actuó en la obra "Wait Until Dark", junto a Quentin Tarantino. "Amo la magia del teatro. Cada noche se produce un intercambio de energía entre los actores y la audiencia", dijo la actriz. Por ahora, Marisa no le teme a lo que le depare el futuro. La actriz no busca protagonizar roles brillantes, sino personajes con "personalidad". Sus actores favoritos son la comediante Lucille Ball y Robert Duvall. Los artistas que han trabajado con ella concluyen que la actriz no sólo es talentosa, sino también una gran persona. "Lo más difícil es editar el trabajo de Marisa. Todas las tomas son diferentes y su trabajo es excelente. Sin dudas, su talento es maravilloso", exclamó Todd Field, director de "In the Bedroom". (DPA)
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