| | cartas Los carros de la ciudad
| La lectura de una carta publicada por La Capital volvió a plantearme una problemática que me preocupa hace tiempo y que considero debe ser seriamente encarada en Rosario. Se trata de la circulación de vehículos a tracción a sangre. Desde ómnibus y camiones, pasando por motos y terminando en las precarias bicicletas, la circulación de todos los vehículos está reglada por una legislación. Las características que deben reunir, las señas individualizadas del rodado y su propietario, la chapa patente, las luces correspondientes, obedecen a las normas establecidas en la ley nacional de tránsito nº24449/94, en la ley provincial de tránsito en la ordenanza municipal nº6543/98. los carros, en cambio, son vehículos fantasmales, que circulan en un número cada vez mayor. Sin luces durante las noches, carecen de la más mínima seguridad para sus conductores, ocupantes y demás vehículos. Desvencijados, casi sin riendas, son conducidos por menores y en otros casos por personas inhábiles y aun ebrias. Las leyes de tránsito son completamente desconocidas para quienes los manejan y la chapa patente que debería identificarlos no existe. Es hora de que las autoridades reflexionen y tomen intervención en el tema. Susana Angela Castillo
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