Nueva York. - Los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono, realizados el martes 11, eran apenas la primera etapa de una campaña de terror dirigida contra EEUU que debía durar varios días. La segunda fase, según el presidente de la comisión de servicios secretos del Senado norteamericano, Bob Graham, preveía una serie de atentados y actos de sabotaje que "no requerían necesariamente el secuestro de otros aviones". Sin embargo, el FBI sospecha de que un quinto acto de piratería aérea fue evitado el mismo día del atentado sólo porque el vuelo número 43 de la American Airlines quedó bloqueado en el aeropuerto de Boston por un providencial problema mecánico. "EEUU fue, en cierto sentido, afortunado porque se evitaron nuevas tragedias esta semana", admitió Graham. El FBI ha acumulado meticulosamente pruebas que hablan de un amplio plan de los terroristas, que se entrenaron en EEUU durante meses o años sin despertar sospechas y recibieron apoyo financiero y logístico de otras personas. La investigación también identificó blancos adicionales destinados por los conjurados para la destrucción. El senador de Florida, que mantuvo una serie de encuentros con los máximos responsables de las agencias de inteligencia del país, está convencido de que los terroristas tenían la intención de concretar "un ataque en tierra" y de recurrir incluso "a la utilización de armas químicas y bacteriológicas". "Tal vez tuvieran la intención de envenenar el agua o de hacer saltar algunos puentes de una gran ciudad", dijo Graham, dejando entrever que los servicios norteamericanos tuvieron señales en ese sentido incluso de fuentes extranjeras amigas. El senador de Florida apuntó, además, contra "la falta de coordinación" que se detectó entre los distintos servicios secretos. "Existió una auténtica falta de coordinación. Hay casos de individuos sospechosos de terrorismo -razón por la cual han sido espiados en el exterior por integrantes de la CIA- que pudieron entrar tranquilamente en EEUU, arrojando una sombra inquietante de duda sobre nuestros servicios de inmigración, y una vez en EEUU lograron que se les perdiera el rastro", dijo Graham. El senador anunció para mañana la presentación de un paquete de nuevas medidas a cargo de las agencias de inteligencia. Barry Mawn, actual vicedirector de la oficina de Nueva York del FBI, señaló que "no existen pruebas ciertas" en el sentido de que hubiese otras "células terroristas" dispuestas a atacar otros blancos, pero admitió que "la hipótesis está en estudio" y que la prioridad actual de los distintos equipos de investigadores es "descubrir eventuales terroristas". Mawn reveló, además, que entre las numerosas personas que han sido interrogadas el lunes por el FBI en relación con los atentados figura también uno de los dos hombres de origen árabe que fue detenido pocas horas después de los hechos en un tren rápido que se dirigía a San Antonio, en Texas. El FBI descubrió que los dos detenidos habían alquilado un departamento en Jersey City, en Nueva Jersey, a pocas decenas de metros de la mezquita Masjid as-Salaam, a la que asisten seguidores del jeque Omar Abdel Rahman, que fue condenado con otros nueve terroristas islámicos por el atentado al World Trade Center de 1993. (Ansa)
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