El delegado especial para el Mercosur del presidente de Brasil, José Botafogo Goncalves, afirmó que el gobierno de Fernando de la Rúa adolece de parálisis en el poder de decisión y planteó la falta de interlocutores claros en la relación comercial con la Argentina. El funcionario amenazó con represalias contra la Argentina por considerar que la política "proteccionista" del ministro de Economía Domingo Cavallo "llegó al límite de lo tolerable". "Hay una parálisis en el poder de decisión, y estamos sin interlocutor claro", se quejó el embajador brasileño, quien es considerado como el mayor defensor, en Brasil, de la profundización de los lazos institucionales entre los países del bloque del Mercosur. Las furiosas críticas del funcionario brasileño están relacionadas con las críticas de Cavallo a la devaluación del real, y además, por la decisión del ministro de Economía de reimplantar los reembolsos a las exportaciones, sin distinción entre países del bloque y de fuera del Mercosur. Pero además, no sólo se hace eco de medidas económicas sino que atacó directamente en el corazón de la conducción política del país, ya que según indicó Botafogo, a criterio del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, no habría en Argentina un interlocutor válido con quien negociar. Según Botafogo Goncalves, las represalias brasileñas contra la Argentina, que están en estudio, tienen que ver con el sector automotor, y representarían un perjuicio para los 18 mil puestos de trabajo directos que sostienen las terminales en el país. Brasil piensa exigir el cumplimiento de un punto de la política automotriz del Mercosur que le permite cobrar aranceles del 35% cuando la diferencia entre autos que importa de Argentina y unidades que exporta hacia este país superan el 10 por ciento. Para los brasileños la diferencia que existe hoy en favor de la Argentina es del 76 por ciento, mientras que para las terminales, el incumplimiento se podría concentrar en una empresa en particular, ya que el conjunto de la industria se encontraría dentro de los límites. "Las terminales tendrán que pagar una suma del orden de los cien millones de dólares, y no aceptamos suspender esa regla de juego", comentó Botafogo Goncalves. El funcionario agregó que "Cavallo no dice que Brasil está protegiendo el empleo de los argentinos, al mantener las reglas de intercambio compensado entre los países. Si él quiere el fin de la Unión Aduanera y un simple régimen de libre comercio, podríamos comenzar por el sector automotor", ironizó Botafogo.
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