San Lorenzo. - En la ciudad de San Lorenzo 31.568 electores podrán acudir a las urnas para elegir concejales de un menú de 15 sublemas. La Alianza Santafesina presenta a Convergencia, liderado por el actual edil Leonardo Raimundo, seguido por Julio Camusso y Adriana Núñez; Unidos Construiremos Realidades, integrado por Andrés Sharreta, Gabriel Dabove y Gerónima Cabrera; Nuevo Milenio, compuesto por Ricardo Argüello, Roberto Labanca y Mónica Pansardi. El Partido Justicialista expone ocho sublemas: Ciudad Invencible, encabezado por Eduardo Aguirre Guarrochena, seguido por Néstor González y Melina Gay; Un San Lorenzo Mejor postula a Néstor Almirón, María del Mar Palacios y Walter Cisterna; San Lorenzo Quiere, a Gustavo Cerdera, Roque Parrella y Julia Celia Dileo; 17 de Agosto lleva a Leonardo Morelli, Josefa López y Estanislao Vergara. Algunos funcionarios de la administración justicialista de Armando Traferri integran el sublema Tarea Comunitaria. Son Carlos Pili, actual secretario de Obras Públicas; Carlos Denunzio, actual secretario de Salud, y Viviana Hernández. También se presenta lo que pretende ser la renovación generacional, representados por Ahora Juventud, que lleva a Gustavo Nonis, Celestino Juan Inés y Fernanda Contrera. A éstos se suman Ideas y Trabajo, con Héctor Ríos, Aníbal Solsona y Mariel Trivelli; 3 de Febrero, encabezado por el actual titular del Concejo, Fernando Sampaoli, la secretaria de Acción Social María Luisa Petruzzi y Josefina Palavecino. El conocido dirigente peronista Pedro Rodríguez encabeza el sublema Cambie por Vecinos, con Eduardo Camerlo y Gloria Cortés. Un Nuevo San Lorenzo se Avecina lleva a Pedro Martínez, Osvaldo Gómez y Gladys Fernández; y Conciencia Popular a Claudio Núñez, Norma Alderete y Norberto Rojas. Los tres tributarán a Alianza Vecinos Sanlorencinos. La Alianza Transitoria Izquierda Unida lleva a Daniel Romano, Pablo Otero y Elsa Cabrera, y el Partido Obrero a Luis Calarotta, Rita Tisera y Angel Cléricci. Quienes han participado de anteriores campañas sostienen que "no hay clima electoral", y lo atribuyen a la falta de dinero. No se aprecia un gran movimiento proselitista. "Se extrañan las paredes pintadas de otra época", recuerdan los viejos militantes.
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