Rodolfo Parody
Ser intendente de Acebal, promover los carnavales en esa localidad ... y jugar al tenis. Los tres berretines que cumplió en su vida Miguel Angel Siliano, un entusiasta de 76 años que no se entrega. Un auténtico top ten. Ocupa el quinto lugar en el ránking de la International Tennis Federation (ITF) -categoría más de 75 años-, el primero en el Sudamericano e integra el seleccionado argentino que compite en los torneos del exterior. Tiene una performance para envidiar. Y para que no queden dudas de que la vejez muchas veces es una cuestión de espíritu. La afición por el tenis se despertó en él desde joven, pero una pelota de fútbol se cruzó en su destino y cambió de rumbo. Despuntó el vicio de darle a la redonda en Central Córdoba, y pasaría mucho tiempo, más precisamente cuando cumplió 40 años, hasta que decidió su regreso al otrora deporte blanco. En su Acebal natal se construyeron unas canchas de tenis, que fue el hecho crucial para que volviera a tomar una raqueta. Comenzó a anotarse en los torneos de la Asociación Rosarina, con suerte diversa. Los pasos posteriores no fueron sencillos. "Me costó trabajo jugar en Buenos Aires. No llegaba ni siquiera a los cuartos de final. Cuando retornaba a mi hogar pensaba: «No vengo más». Pero pasaban los días y volvía a entusiasmarme". El tesón no fue en vano y de a poco se insertó en el circuito internacional. Tres décadas después de aquel inicio incierto está quinto en el ránking de la ITF y es integrante del equipo de la Asociación Argentina. Y no para de viajar. A fines de septiembre irá al abierto internacional de Santiago de Chile, en octubre al de Punta del Este, y a principios del próximo año al Mundial de Austria. "Estar quinto es un orgullo grande -señaló Siliano-. Es el resultado del esfuerzo y la preocupación por estar jugando permanentemente torneos. Estoy conforme pero no satisfecho. Me quedan algunos torneos que dan muy buen puntaje para el ránking y me siento con posibilidades de ganarlos. Y en ese caso me puedo arrimar al primero o segundo". Siliano está convencido de que no se tiene un real conocimiento del rendimiento de los veteranos. "Hay muy buenos jugadores. Lo que pasa es que se cree que por ser hombres grandes no se encuentra gente competitiva. Pero hay tenistas de 40 años a los que les resultaría complicado ganarnos. Además hay veteranos que tienen una gran experiencia ya que la mayoría representaron en su momento a sus países en la Copa Davis". Pese a todo ese bagaje con el que cargan sus rivales, y a que Siliano recién se metió de lleno en el tenis a los 40 años, considera que no es una desventaja. "Al llegar a esta edad, si bien ellos mantienen el estilo no tienen los mismos reflejos, y por eso estamos todos muy parejos". Estar entre los top ten tiene sus gratificaciones. Aunque rescata el subcampeonato logrado en dobles por Argentina (en pareja con Barboza) en el Mundial de Barcelona -perdió con Estados Unidos-, y el torneo de Austria, donde sobre 20 países salieron cuartos, como los instantes de mayor regocijo. Mientras muchos a su edad se recuestan en un sillón dejando pasar las horas frente a un televisor, Siliano no se resigna a ser un pasivo. Y continúa entrenando 4 horas diarias para seguir perfeccionándose. "El único secreto es jugar. Porque cuanto más jugás más aprendés. Muchas veces agarro el canasto con 150 pelotas y practico el saque, porque sé que es la piedra fundamental del partido". Buscar la perfección. Lo que a diario se plantea Siliano, que a los 76 años sigue recorriendo el mundo con una raqueta en la mano. Un símbolo. Un top ten de la vida.
| |