El ataque terrorista que conmocionó a los Estados Unidos puso en alerta rojo el sistema de seguridad de la Argentina, con un rápido refuerzo de fronteras, puertos y bases áreas y el desalojo de posibles objetivos estratégicos, como sedes diplomáticas norteamericanas e israelitas. El impacto, frente a las imágenes que mostraban la vulnerabilidad del sistema de seguridad más sólido del mundo, diseminó la señal de alerta a lo largo de la Argentina tras la reunión de emergencia que encabezó el presidente Fernando de la Rúa con sus colaboradores. Inmediatamente tras el encuentro con el Jefe de Estado, el secretario de Seguridad, Enrique Mathov, estructuró con el jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, el refuerzo de los dispositivos que protegen la seguridad de las sedes diplomáticas norteamericanas e israelíes y los centros comunitarios judíos. Las directivas se extendieron a los sistemas de seguridad provinciales, para reforzar la seguridad de puertos marítimos y fluviales, aeropuertos y todos los centros diplomáticos vulnerables. El cerco de seguridad que trazó el gobierno nacional cuando se conoció el carácter sistemático del ataque que sufrió Estados Unidos, en centros claves como las Torres Gemelas y el Pentágono, permitió también el desalojo de las embajadas norteamericana e israelí y los centros Daia y Amia, castigados por el atentado del 18 de julio de 1994, con 86 muertos. La embajada de Israel, a pocas cuadras de la Casa de Gobierno, fue cerrada hasta hoy en forma preventiva, según informaron representantes de esa sede diplomática. Por su parte, el embajador de los Estados Unidos en Argentina, James Walsh, confirmó en Salta que ordenó el cierre de la sede diplomática en Buenos Aires por "precaución". Enla Capital Federal, el gobierno porteño reforzó los sistemas de emergencia y seguridad, por lo cual se dispuso "mantener en estado de alerta permanente la Guardia de Emergencias, Hospitales, SAME, Defensa Civil y Guardia de Auxilio". Las imágenes del ataque sorprendieron a De la Rúa cuando comenzaba una reunión de ministros, pasadas las 10, que fue inmediatamente cancelada para trazar la estrategia de seguridad del gobierno. De la Rúa envió una carta al presidente norteamericano, George Bush, donde expresó su "solidaridad personal y la de todos los argentinos" con el pueblo y el gobierno de los Estados Unidos. De la Rúa intentó, de todos modos, generar tranquilidad al asegurar que "no hay peligro" de que la Argentina sufra un ataque similar y expresó el "duelo nacional" causado por el atentado terrorista. Hasta el ex presidente Carlos Menem hizo llegar una carta a Bush donde expresó su "pesar" y "condena" por el ataque terrorista y advirtió que "no puede haber perdón" para los responsables. Mientras,el embajador de Palestina en Buenos Aires, Suhail Hani Daher Akel, condenó los atentados ocurridos en Nueva York y Washington y consideró "una injusticia que rápidamente se acuse al pueblo palestino" por los ataques.
| |