Michael Schumacher arribará hoy a Monza dispuesto a celebrar con los fanáticos italianos, pero también con el objetivo de colaborar el domingo para que su compañero de Ferrari, Rubens Barrichello, gane el Gran Premio de Italia. "Aún cuando no ganemos habrá igualmente suficientes razones para celebrar. Todavía nos queda ayudar a Rubens para el subcampeonato, pero, sumando todo, alcanzamos casi todos nuestros objetivos en esta temporada", dijo Schumacher. Schumacher formuló sus declaraciones a la prensa alemana, desde su residencia en Suiza, horas antes de visitar el Salón del Automóvil en Francfurt, donde debió salir al cruce de rumores sobre una supuesta salida de Barrichello de Ferrari. "Es verdad que ahora, ya ganados los campeonatos de pilotos y constructores, siento menos presión, pero los que me conocen saben que en todas las carreras doy el máximo", agregó el piloto alemán. El propio presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, admitió ayer en el Salón de Francfurt que jamás habría imaginado a comienzos de año que su escudería arribaría al GP de Monza con el título ya asegurado. "Ahora le pedí a mi gente un esfuerzo más porque el domingo correremos delante de nuestro público y porque queremos celebrar el Barrichello Day, o sea ayudarlo para que gane el subcampeonato", dijo Montezemolo. El dirigente recordó que el contrato de Barrichello vencerá a fines del 2002 y el de Schumacher el 2004 y destacó que el brasileño "hizo cosas importantes para nosotros. Ganamos el mundial de constructores por su segundo puesto en Hungría y luego hizo también otras bellas carreras y estuvo siempre disponible a los intereses de Ferrari". En tanto, en el circuito de Fiorano, en Módena, el piloto de pruebas de Ferrari, Luca Badoer, probó las tres máquinas que serán utilizadas en Monza, en un total de once giros, con un mejor tiempo de 1m 03s 383/000, al volante del coche de Schumacher. (Ansa)
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