Año CXXXIV
 Nº 49.236
Rosario,
martes  11 de
septiembre de 2001
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Procesaron al "Loco Demente" por amenazas coactivas y lesiones
Es porque golpeó a una mujer con la que mantenía una relación sentimental y le dijo que si lo dejaba la mataría

Es dueño de un prontuario al que el meneado calificativo de "frondoso" le queda chico. Varias veces estuvo en prisión pero nunca por demasiado tiempo. Le abrieron no menos de 10 causas judiciales, aunque jamás fue condenado, ni declarado inocente, ni nada. Todas prescribieron, es decir que quedaron sin efecto simplemente por el paso del tiempo. Es difícil saber cómo hace, pero siempre se las ingenia para zafar de la Justicia y dicen que suele presumir de que es porque tiene "influencias". Claro que esta vez parece que algo cambió porque finalmente una jueza se animó a procesarlo. Y si esta medida queda firme, entonces no podrá evitar un juicio.
Se trata de Pedro Eduardo Bismar, de 39 años. O del Loco Demente, que es su identidad más conocida a partir de su activa participación como líder de la barra brava de Newell's Old Boys. La jueza de Instrucción Nº 1, Carina Lurati, acaba de procesarlo por amenazas coactivas y lesiones leves. Pese a sus antecedentes, es la primera vez que se encuentra ante una situación procesal tan delicada, aunque no se trate ni por asomo de cosa juzgada.
A Bismar lo procesaron por haber golpeado y amenazado a su novia. Ella misma lo denunció en mayo de 2000. Según su declaración, todo ocurrió después de una reunión familiar en la que él había tomado mucho vino. Cuando todos se fueron, quedaron solos y fue entonces cuando Loco Demente le pegó un par de golpes. "Y lo hizo sin ningún motivo", le dijo a la fiscal.
La mujer se fue al hospital y cuando regresó encontró un extraño cuadro: su novio -que en realidad está casado y mantenía una relación con ella desde hacía 5 meses- había apilado su ropa con la intención de quemarla. "Pero después me arrepentí y no lo hice", le confesó él en ese mismo momento.
A la fiscal la mujer le dio otro dato: contó que cinco meses antes Bismar golpeó a un jefe suyo y aseguró que por eso perdió el empleo. "El siempre me amenaza. Dice que me va a matar, especialmente cuando se emborracha. Dice que hasta al perro va a matar", declaró. También aseguró que quería dejarlo y que no lo hacía porque le tenía miedo. "El tiene influencias y conoce a muchos policías", agregó.
Bismar fue acusado de amenazas coactivas y lesiones porque se comprobó que la mujer tenía marcas de golpes. Pero al declarar ante la jueza dijo que no recordaba nada. "Me acuerdo que discutimos y que había tomado mucho", reconoció.



Bismar tiene más de diez causas que prescribieron.
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