Las villas miseria no deben verse como un fenómeno coyuntural a erradicar sino como una forma particular de urbanización que llegó para quedarse y las políticas públicas tienen que buscar integrarlas a la ciudad antes que especular con su eliminación, concluyeron especialistas en hábitat precario reunidos en Capital Federal.
Estas recomendaciones, recién difundidas ayer, forman parte de las conclusiones del Taller para la Urbanización de Villas Porteñas organizado por la Corporación Buenos Aires Sur (CBAS), la Comisión Municipal de la Vivienda (CMV) y la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) entre el 26 de agosto y el 1 de septiembre último.
"Los expertos argentinos y extranjeros que participaron en el taller reconocieron a las villas como algo permanente, donde debe mejorarse la habitabilidad antes que fomentar la erradicación", explicó Iliana Mignaqui, vicepresidenta de la CBAS, un ente público creado para desarrollar la zona sur de la Capital Federal.
Mignaqui afirmó que "aunque aquí no ocurra lo que en el Distrito Federal de México, donde los asentamientos precarios crecieron hasta representar casi un 70 por ciento de la superficie urbana, -nosotros tal vez estemos alrededor del 20- igual debemos aceptar que las villas no son una realidad en retirada".
Jorge Liernur, director del Centro de Estudios de Arquitectura Contemporánea de la UTDT, explicó que "una de las cosas más importantes que surgió del encuentro es que la mejor manera de gastar los magros presupuestos de los que hoy se dispone no es regalando chapas o ladrillos sino jerarquizando los espacios públicos, la comunicación con las áreas vecinas y la seguridad".
"La gente se las arregla para mejorar su vivienda y un buen entorno los estimula a ello, pero nunca podrán hacer una plaza, construir paradas de ómnibus u organizar la recolección de residuos", ejemplificó. (Télam)
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Según los expertos, no sirve expulsar a los desposeídos. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
