| | Acindar acusó una pérdida de 114 millones en su balance
| La siderúrgica Acindar dio a conocer pérdidas netas por 113,9 millones de pesos correspondientes a su ejercicio fiscal 2001 cerrado el 30 de junio pasado, según un documento elevado esta semana a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. La compañía, cuyo directorio admitió hace un par de semanas su estado crítico, atribuyó este resultado negativo a la profunda recesión que continúa afectando la economía argentina y a la creciente volatilidad del mercado financiero local. Si bien la ganancia bruta del ejercicio 2001 fue de 113,8 millones de pesos (3,3% menos que el ejercicio anterior), y la compañía logró una reducción de 7,5% en el costo de mercaderías vendidas por tonelada, esta disminución en los costos fijos no fue suficiente para compensar la caída en el precio promedio de realización. Según los datos aportados por Acindar, sus ventas netas ascendieron a 490 millones de pesos (0,7% menos que el año pasado). A nivel local, la caída de más del 10 por ciento en los precios domésticos fue parcialmente compensada por un aumento del cinco por ciento en el volumen vendido, en tanto las ventas externas aumentaron un 16 por ciento en relación al ejercicio anterior. De todas maneras, la compañía ahora controlada en forma conjunta por la familia Acevedo y la brasileña Belgo Mineira, reconoció que los "menores márgenes son producto de la caída en precios domésticos y mayores cargos por deudores incobrables, razón principal para el deterioro en los resultados operativos". El resultado negativo de este reciente ejercicio representa un incremento del 23,3 por ciento en relación con el del año anterior, que había sido de 96,9 millones, y no hace más que ratificar el crítico estado de la compañía, inmersa ahora en un severo plan de ajuste para reducir costos. En ese sentido, el presidente del directorio de Acindar, Arturo Acevedo (h), anunció hace un par de semanas que pedirán una contribución voluntaria del 10 por ciento de sus salarios a los 3.000 empleados de la compañía, medida que, según precisó, tendrá vigencia desde el presente mes hasta diciembre del 2003. "Esto apunta a poder seguir funcionando y manteniendo la fuente laboral", señaló el empresario. Sin embargo, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) villense salió al cruce del anuncio y aseguró que el gremio "no firmará ningún tipo de rebaja salarial" que afecte a sus afiliados. El sindicato presidido por Victorio Paulón consideró que una compañía como Acindar "tiene otros recursos alternativos para achicar gastos, que no sea tocando el salario de la gente". De todos modos, la alternativa no está cerrada y la próxima semana continuará la negociación entre las partes. Acevedo también anunció la venta de su emblemática planta de producción de alambres, entre otros activos improductivos de la empresa que también serán negociados, y el desprendimiento de los barrios Rosa y Blanco, donde vive una parte de su personal jerárquico. "La empresa ha tomado una serie de medidas para mantenerse económicamente activa en este entorno. Achicamos gastos, cambiamos la forma de comercialización y tomamos la importante decisión de asociarnos a un grupo externo, la Belgo Mineira de Brasil. Lo preocupante es que todas estas medidas no alcanzan a compensar la caída de la actividad del país", evaluó el titular del directorio de Acindar. Para Acevedo, "es difícil decir hasta dónde seguirá esta situación y el ajuste" y al tiempo que adelantó que su empresa "seguirá peleando, ajustando y acompañando la realidad del país".
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