Con un fuerte aval del gobernador Carlos Reutemann, el peronismo santafesino puso en carrera ayer en Rosario a los candidatos a diputado y senador para los comicios del 14 de octubre. La fecha elegida para el lanzamiento oficial no fue casual: ayer se cumplieron diez años del primer triunfo electoral del Lole, por lo que el acto combinó el homenaje que le brindó la militancia a la figura del mandatario y el inicio de la campaña, en medio de un clima de furor y folclore peronista que colmó la sala del Sindicato de Luz y Fuerza.
Fueron tantas las flores y los halagos que le prodigaron los oradores de turno, que en más de una oportunidad se lo vio a Reutemann con movimientos nerviosos (doblaba papelitos con sus manos o bajaba la cabeza) y, cuando tomó el micrófono, transfirió el homenaje preparado para él a la figura del senador nacional recientemente fallecido, Carlos Chango Funes.
"Sé perfectamente que lo que estamos celebrando es la idea del Chango, que días antes de morir me escribió para que esto hoy sea una realidad. El fue el principal responsable de que yo entendiera la pasión por la política y conocer desde adentro al Movimiento Nacional Justicialista. Por eso, más que un tributo hacia mi persona, considero este acto un homenaje para el Chango Funes", remarcó Reutemann, en un notable reconocimiento a la persona que modeló en gran parte su estilo, que actualmente lo ubica como uno de los referentes más importantes de la política argentina.
Liturgia partidaria
Los infaltables posters de Perón y Evita, ubicados en cada extremo del escenario, se destacaron, levemente, del enorme cartelón con el rostro de Reutemann dominando el palco central. Antes del acto, el Lole desechó la posibilidad de que en el cónclave la conducción del PJ santafesino le reclame formalmente el lanzamiento a su candidatura presidencial para el 2003.
Pero fue el senador provincial y candidato a primer diputado por el Frente Justicialista por Santa Fe, Julio Gutiérrez, quien expresó ese deseo. "Yo sé que él (por Reutemann) no lo quiere oir, pero en todo caso que se tape los oídos: Todos los peronistas santafesinos queremos que el Lole sea presidente en el 2003". La tribuna bramó en un "se siente, el Lole presidente", a lo que Reutemann, fiel a su estilo, respondió a la multitud con gestos moderados.
Previamente, y ante una consulta de La Capital sobre esta posibilidad, Reutemann fue enfático: "Hablar de una postulación en estos momentos no es conveniente ni saludable. Hay que ir paso por paso. Yo vine hoy acá a acompañar con gusto a los compañeros que van a las elecciones del 14 de octubre".
Si bien Reutemann monopolizó la conferencia de prensa, su presencia fue un dato inocultable sobre el apoyo que le brindó a los candidatos peronistas que se sentaron a ambos lados del cetro principal: Oscar Lamberto, Gutiérrez, Angel Baltuzzi, Roxana Latorre, Irma Foresi y Francisco Sellares, entre otros postulantes que se reparten en las listas para senador y diputado.
Tanto en el cuarto piso como en la sala de conferencia del Sindicato de Luz y Fuerza, se pudo ver a los distintos dirigentes que abarcan el amplio espectro de los sublemas peronistas que pugnan por una banca en el Concejo Municipal. Todos buscaban la foto o el abrazo de Reutemann.
El jefe
El homenaje a Reutemann comenzó con un discurso de Baltuzzi, en calidad de presidente del PJ provincial. El ex ministro de Gobierno recordó los tiempos en que el Lole no sólo tuvo la ardua tarea de convencer a los votantes santafesinos, sino también a algunos dirigentes peronistas que veían su candidatura a gobernador como "una aventura". Baltuzzi dijo que a partir de su triunfo sobre Horacio Usandizaga, en 1991. "el partido tuvo un solo jefe, pregonando con el ejemplo la política de la austeridad y la transparencia".
Lamberto, en tanto, dijo que la candidatura de Reutemann en el 91 "fue un acierto que cambió la historia de la provincia". Luego de vaticinar un triunfo del peronismo en todas las provincias, el candidato a senador resaltó el papel que deberá adoptar el PJ luego del 14 de octubre: "Vamos a tener la obligación de sostener la gobernabilidad ante un presidente que muestra una debilidad alarmante".
La Ciudad
