Alberto E. Vega
Casi desde el mismo comienzo de la actual temporada el piloto de Totoras Roberto Unrain se va sacando un peso de encima y pretende finalizar el campeonato del TC 4000 Standard como lo está haciendo hasta el presente.
Es por eso que en diálogo exclusivo con Ovacion, pretendió graficar el momento actual: "Este es un trabajo de varios años sin bajar los brazos y sin tener horas de descanso, tanto yo como la mayoría de los integrantes del equipo", manifestó Unrain.
Sus comienzos entre los fierros data de 1991, cuando despuntaba el vicio actuando en la categoría macielense del motociclismo zonal y que dio por terminada, luego de varias temporadas, en el 96, cuando se decidió a ingresar directamente al TC 4000 Standard. A partir de 1997 fue otra la historia de este cordobés (nació hace 34 años en la localidad de Pasco, al este de Villa María), por demostrar que estaba en condiciones de ser protagonista destacado al comando de un auto de carrera.
"Al principio todo fue difícil y complicado porque el cambio se siente. Adaptarme al ambiente y transitar el nuevo camino se hace duro al tener que hacer todo a puro pulmón. Con un grupo de amigos que siempre me han apoyado debuté en pista con un Chevrolet 400 y con el cuál estuve corriendo hasta fin de la temporada 99, y desde allí hasta ahora con una cupé Chevy. El año pasado finalice en el puesto 23 del campeonato y en la actual temporada, faltando cuatro fechas para terminar, estoy en el séptimo puesto con 252 puntos. Creo que me fue bastante bien.
-¿Dónde radicó el cambio que estas viviendo, ya que también conseguiste dos importantes victorias en Las Parejas y en Avellaneda?
-A principios de este año decidí cambiar el motorista y ahora esa función la cumple Esteban Casu, en Cruz Alta. Por su parte Raúl Quaglia, de Cañada de Gómez, es el encargado de trabajar sobre el chasis del auto. Los adelantos comenzaron a rendir de inmediato y fue así como pude ganar mi primera carrera en Las Parejas. Durante los entrenamientos del sábado los tiempos fueron mejorando y el domingo, con un juego de neumáticos nuevos, todo cambió para mejor. Desde ese momento procuré mantener un ritmo parejo en las otras competencias y así llegó el segundo triunfo en la última prueba de Avellaneda, donde el auto se comportó como nunca.
-Después de lo actuado hasta el momento, ¿cómo ves tu posición al final del torneo?
-Pretendo estar dentro de los diez mejores, por no decir entre los cinco de arriba. Hay paridad en la categoría y los muchachos no dejan nada para el rebusque. Este fin de semana (entre hoy y mañana) en el autódromo de Rosario se podrá revivir importantes jornadas del TC 4000, como así también el acompañamiento del TG2.
-Ya que mencionaste el autódromo de Rosario, ¿cómo te sienta participar en ese circuito?
-Es interesante y tiene sus secretos para sacar los tiempos. El piso no maltrata tanto los neumáticos y hace que los mismos rindan mayor cantidad de vueltas. El producto brasilero que usamos es muy bueno y eso también hace que los autos se comporten mejor al tener una mayor adherencia al pavimento. Si el auto rinde igual que en Avellaneda, estaré peleando los primeros puestos.
-Hablando algo más de la categoría, ¿cómo ves el momento actual dentro de la misma?
-Con armonía y en paz. Ya pasaron, y son para el recuerdo, algunos entredichos que se suscitaron en el manejo de la misma. Lo que manifesté en su momento lo hice siempre buscando lo mejor y si alguien se sintió molesto no fue por ningún capricho. Quiero el automovilismo zonal y de manera especial al TC 4000. Ahora los fines de semanas estamos más juntos, pilotos, preparadores y los dirigentes de la Federación. Eso es buena salud para todos.
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Roberto Unrain y su cupé Chevy brillaron en Totoras. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
