Un bebé de ocho días de vida, que había sido robado a su madre por dos personas que se hicieron pasar por asistentes sociales, apareció ayer en buen estado de salud, en una casa de la calle Chinchilla 1904 del barrio Viveros norte, al noreste de la ciudad de Córdoba.
La Policía fue avisada por los dueños de la casa de que el bebé estaba en el lugar por lo que los propiertarios de la vivienda fueron indagados por la policía aunque aún no hay una definición procesal sobre ellos.
Si bien se señaló que en la causa se impuso el secreto de sumario, que lleva como carátula "sustracción de menor", se investiga si los dos falsos asistentes sociales dejaron al pequeño en la vivienda donde fue encontrado.
El niño había desaparecido anteayer de su casa de la localidad cordobesa de Santa Rosa de Río Primero, cuando su madre, engañada por un hombre y una mujer que dijeron ser asistentes sociales, entregó al pequeño porque supuestamente la pareja lo llevaría a un hospital para someterlo a una revisación médica.
Una vez encontrado el niño -que se encontraba en buen estado de salud- fue llevado al edificio central de la Policía para ser entregado a su madre.
La Jefatura Policía de Córdoba indicó que anteanoche Stella Maris López, de 37 años, denunció en la comisaría de Santa Rosa de Río Primero que dos supuestos asistentes sociales fueron a su domicilio y le dijeron que debían llevar al niñito al hospital Materno Neonatal de la capital cordobesa para someterlo a una revisación médica.
Falsos asistentes sociales
Entonces, la madre accedió a la solicitud de los falsos asistentes, una pareja de entre 45 y 50 años, que se fue llevándose al bebé, aseguró la mujer en su denuncia.
López es madre soltera de 12 hijos y vive con sus chicos en una vivienda precaria de la localidad de Santa Rosa de Río Primero, a 84 kilómetros al noreste de la ciudad de Córdoba. Al pasar las horas y no tener noticias del niño, la mujer se comunicó telefónicamente con el hospital, donde le dijeron que no habían asistido a ningún bebé con esas características.
Ya de noche, como la pareja que se había llevado a su hijo no regresaba, López radicó la denuncia correspondiente ante la policía.
Ayer en la mañana, antes de la aparición del pequeño, la mujer aseguró por distintas radios que los falsos asistentes sociales le mostraron credenciales que decían que eran integrantes de la Policía Juvenil y le aseguraron que la visitaban para interiorizarse sobre el estado de salud de su hijo Nicolás, que nació el 30 de agosto pasado.
La mujer aceptó que se llevaran al pequeño porque había dado a luz en el Hospital Neonatal de esa ciudad y la pareja le dijo que debía llevar el bebé al mismo nosocomio para una revisación y posterior entrega de un certificado, a fin de evitar que algún juez de menores le retirara la criatura.
López les dijo que no contaba con recursos para hacer ese viaje, "entonces ellos se ofrecieron a llevarme el bebé y traérmelo por la tarde", relató la mujer. "Yo no sé que me pasó, pero estoy mal y nunca debí permitir que me lo llevaran", admitió con angustia y aseguró que a sus doce hijos "los mantengo bien, eso sí, con la ayuda de algunos de los padres de ellos".
Asimismo, destacó que el hombre y la mujer que se llevaron al niño "nos asustó con algunas advertencias, ya que yo tengo un nene de 11 años discapacitado y me dijeron que lo podría reclamar la Justicia de Menores, también a una hija mía, que es menor y está embarazada, me avisaron que nacido el bebé me lo iban a sacar", aseguró. El niño había nacido el 30 de agosto último, con 3,800 kilogramos de peso y en buen estado de salud.