Año CXXXIV
 Nº 49.232
Rosario,
viernes  07 de
septiembre de 2001
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Otra presentación en Tribunales contra agentes de tránsito
Un automovilista denunció que lo persiguieron dos inspectores
Es el esposo de una mujer que acusó a un grupo de zorros municipales por supuesto abuso de autoridad

Pedro Squillaci

El esposo de una mujer que días atrás acusó en la Justicia a agentes de Tránsito municipal denunció ayer en Tribunales que fue intimidado por otros dos supuestos inspectores motorizados, que lo acompañaron diez cuadras hasta la puerta de su casa en Alberdi. El denunciante es Edgardo Páez, esposo de Marisa Sorbello, quien el lunes pasado dijo haber sido víctima de un supuesto abuso de autoridad en un operativo de alcoholemia. El director de Policía de Tránsito de la Municipalidad, Donato Di Leo, subrayó que "es imposible" que inspectores de esa repartición hayan perseguido a un automovilista.
Páez asegura que el hecho que sufrió ayer y el que vivió su mujer el sábado a la madrugada están totalmente vinculados. "Todo se relaciona: mi esposa fue demorada por dos horas el sábado pasado e hizo la denuncia el lunes. Y ahora me siguen diez cuadras hasta la puerta de mi casa", dijo. "Por eso fui a Tribunales, para que de una vez por todas estos señores terminen con esta actitud intimidatoria", enfatizó.
El automovilista comentó que ayer venía de buscar a su hijo del Colegio Latinoamericano en su vehículo Polo azul, en un recorrido que hace varias veces al día. El auto es el mismo en el que iba su mujer la noche del polémico operativo de alcoholemia. "Conocen el vehículo. Por eso me escoltaron diez cuadras hasta la puerta de mi casa, en un acto absolutamente prepotente", dijo a La Capital.
Páez decidió dirigirse de inmediato hasta Tribunales, donde presentó una denuncia ante la Fiscalía de Instrucción Nº9, a cargo de Alicia Stella Donni. "Confío en la Justicia y no tengo miedo. Hay que animarse a mostrarle a la sociedad cómo actúan estos inspectores", indicó Páez.
El denunciante destacó que los supuestos agentes de tránsito circulaban con cascos blancos sobre unas motos negras con la inscripción de la Dirección General de Tránsito. Como si esto fuera poco, sostuvo que las unidades no tenían patente o "estaban totalmente ocultas".
El funcionario Di Leo negó que los inspectores de su repartición realicen ese tipo de actos intimidatorios. "Acá nadie conoce el auto de esa persona ni sabemos dónde vive", dijo
Di Leo aseguró que los cascos de los inspectores son grises y no blancos, y que en las motos no llevan la inscripción completa de la dirección municipal sino las siglas DGT (por Dirección General de Tránsito).
Respecto a la patente, dijo que todas las motos que usan los agentes municipales tienen su chapa. "Los que no llevan chapa patente y usan apenas un número identificatorio interno es la policía, que sí usan cascos blancos y tienen uniformes parecidos a los nuestros", remató Di Leo.
El caso de Marisa Sorbello había ocurrido el sábado a las 2.15 cuando regresaba junto a dos de sus hijos de una fiesta y fue interceptada por cuatro inspectores en Vélez Sarsfield y Thedy. Sorbello denunció en la fiscalía Nº9 un supuesto abuso de autoridad en un operativo de alcoholemia. "Se apropiaron de mi documentación y después me demoraron y amenazaron durante más de una hora", señaló a este diario en la edición del martes pasado.
Como en el caso de su esposo, en Tránsito, negaron también los cargos de la mujer y afirmaron que "sólo estuvo demorada 30 minutos" y que le labraron un acta porque se negó a hacerse el control de alcoholemia.


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