El presidente Fernando de la Rúa descartó ayer cualquier posibilidad de convocar a un gobierno de coalición o de unidad nacional y sostuvo que fue una maniobra de "conspiración" que ya fue "desarticulada". Además, dijo que una convocatoria de esa naturaleza "sería un desastre" y "un gran desorden". Además, De la Rúa negó la posibilidad de que el gobierno aplique un nuevo ajuste en los ingresos de jubilados y empleados estatales. "Son versiones sin fundamento", aseveró, para añadir que la recaudación es "bastante buena" y se pueden atender todas las obligaciones del Estado. Entrevistado anoche en el programa Hora Clave, el jefe del Estado señaló: "Me han tocado muchos momentos dramáticos, he llamado a la unidad nacional y dije que implementaba la nueva política basada en el diálogo y en la defensa del interés nacional", aunque precisó que "si otros dicen que unidad nacional es hacer un llamado gobierno de coalición, sería un desastre porque repartir los pedazos del poder, usted se hace cargo de acción social, usted de educación, de interior, y cada uno según su programa o su partido... esto es un gran desorden". "Acá se necesita unidad de conducción, marcar un rumbo y yo soy el presidente de esto, pero he abierto el diálogo en el respeto porque lo que noto estos días y me preocupa es que ha aumentando la agresividad de la dirigencia", dijo. Además, sentenció: "Cuando se habla de un gobierno de unidad nacional y se publica que eso es para instalar un jefe de Gabinete que converja eso en un gobierno de salvación, como si el presidente no tuviera el rol constitucional que le compete, podría llamarse conspiración". De la Rúa sostuvo que la iniciativa "está completamente desarticulada, nadie la ha seguido, nadie le puede prestar atención, acá tienen vigencia las instituciones y yo como presidente asumo toda la responsabilidad de cumplir mi deber, marcar el rumbo y trabajar para el futuro". Si bien cuestionó al postulante a senador nacional porteño por la Alianza, Rodolfo Terragno, al advertir que su crítica al rumbo económico "causa preocupación y daño", señaló que puede haber algún candidato "muy opositor o distante, pero hay que votar a los candidatos de la Alianza, que pueden tener sus matices". También se animó a trazar un parelelo entre la situación del país y el triunfo de antenoche del seleccionado argentino ante Brasil. "Estamos en el primer tiempo, por empezar el segundo, y esto demuestra como con fuerza y con garra se puede salir adelante". En tanto, el ex presidente Raúl Alfonsín salió a moderar el tono de la controversia con Gustavo Beliz, a quien le pidió disculpas públicas por haberlo llamado "estúpido". "Me salí de tono. Tengo que pedirle disculpas a Beliz porque le dije una grosería cuando se refirió a que el presidente no terminaba su mandato y yo dije que es un estúpido", recordó apesadumbrado el líder radical, para concluir señalando: "No debí haber dicho nada o, en todo caso, que era una estupidez y no lo ofendía directamente a él".
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