Los Quirquinchos. - Deudores del ex Banco Integrado Departamental (BID), de esta localidad y pueblos vecinos, se reúnen mañana para considerar la aguda situación por la que atraviesan para enfrentar las exigencias de sus acreedores. "Nos extraña que la Justicia esté haciendo lo mismo que los bancos: intimando, ejecutando y reclamando montos de dudosa procedencia", explicó el portavoz de Asociación de Usuarios de Servicios Financieros (Asuserfi), Raúl Fantasía. Además, dijo que antes del cierre del ex BID hubo muchos descubiertos que se inflaron terriblemente con tasas fuera de la ley. "Se debió haber discutido con los deudores qué intereses se iban a pactar en la refinanciación. Se capitalizaron intereses alevosos y la gente que no pudo pagar tuvo que hacer otra refinanciación, de modo que en cinco años las deudas se multiplicaron hasta en un 400 por ciento", explicó. Para Fantasía la gente quiere pagar lo justo y en el marco de la terrible depresión económica que vive la Argentina, hay que terminar con la usura. "La gente de estos pueblos es mansa, es buena, y quiere pagar lo que deben. Inclusive se resigna cuando le roban", indicó. Los precios bajan por debajo de la línea de costo cuando el productor debe vender su cosecha apremiado por vencimientos y trabajos de recolección, pero al cabo de dos meses los precios suben", explicó Fantasía e ilustró con el ejemplo de la soja, que en mayo estaba a 14 pesos el quintal y a los 45 días trepó a 18 pesos. En una asamblea realizada el miércoles pasado en Los Quirquinchos, se decidió hacer peritajes de las deudas, medida que se evaluará en el encuentro de mañana para ir viendo pasos futuros. Fantasía también explicó que en la zona se está llevando adelante el reclamo de los deudores del Banco Hipotecario (ver aparte) ya que después de su privatización, elevó sustancialmente las cuotas dejando a mucha gente lejos de poder cumplir con los pagos. El martes pasado una delegación de Los Quirquinchos, Berabevú, Cañada del Ucle, Sanford y Casilda se entrevistó en Rosario con el gerente Jesús María Pereira, quien les habría manifestado interés por normalizar la situación.
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