Año CXXXIV
 Nº 49.230
Rosario,
miércoles  05 de
septiembre de 2001
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Una mujer debe pagar $15.000 a su ex marido por calumniarlo
Lo había denunciado en el 95 por haberle falsificado la firma, pero la defensa demostró lo contrario

Una mujer fue condenada a un año de prisión en suspenso y al pago de 15 mil pesos -más los intereses y costos del proceso- por haber calumniado a su ex marido mientras tramitaban el divorcio vincular. El fallo, del cual no existen muchos precedentes en los Tribunales rosarinos, fue dictado ayer por el juez correccional Eduardo Costa.
El caso se originó en 1995, cuando la mujer denunció penalmente a su ex marido -un reconocido escribano local- por haberle falsificado la firma en la notificación de la sentencia de divorcio. A esta denuncia le sumó otra que radicó en el Colegio de Escribanos.
Pero la supuesta falsificación nunca existió. Los peritos caligráficos se encargaron de demostrarlo fehacientemente, y lo que parecía una fuerte embestida judicial de la mujer contra su ex marido se volvió rápidamente en su contra.
Dolido por la difamación a la que lo sometió quien compartiera años de matrimonio a su lado, el escribano le inició una demanda por calumnias que culminó ayer con la sentencia del juez Costa.
La condenada deberá pagarle ahora a su ex marido 15 mil pesos, a los que se suman los intereses más los costos del proceso judicial, monto que redondea una cifra estimada en los 30 mil pesos.
Pero hay algo más. El juez Costa la condenó además a un año de prisión en suspenso, es decir, no deberá cumplir la pena tras las rejas pero la sombra del presidio la seguirá de cerca al menos durante los próximos cuatro años.
Según explicaron las fuentes judiciales consultadas, si la mujer comete un delito dentro de ese período, deberá purgar en prisión esa condena más ésta. Es decir, podría quedar un largo tiempo a la sombra.

El amor no es más fuerte
La frase que dice que "el amor es más fuerte" quedó en este caso más de lado que nunca. El divorcio del matrimonio entre el escribano y quien más tarde sería su denunciante no se caracterizó por haber sido un proceso signado por los buenos términos y la comprensión.
La mujer no sólo había denunciado a su ex marido por una supuesta falsificación de firma que -como se comprobaría luego- nunca existió, sino que fue por más: en el Colegio de Escribanos también denunció que el hombre "retenía un boleto de compra-venta de un inmueble".
La defensa del marido demostró que esta imputación también era falsa, y el hombre decidió entonces accionar contra su antiguo amor por el daño moral al que lo había sometido con sus denuncias.
Así las cosas, del trámite de divorcio se desprendió la demanda por calumnias que ahora pesa con fuerza sobre la mujer, quien deberá desembolsar los cerca de 30 mil pesos que intentarán redimir el daño y la difamación a la que sometió a su ex marido. Donde hubo fuego...


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